La Paz, Baja California Sur. - Entre las calles 5 de Mayo y Miguel Hidalgo y Costilla y las transversales Belisario Domínguez y Francisco I. Madero, el Centro Histórico de La Paz ha comenzado a ser comparado por algunos como “la nueva Condesa”, evocando la famosa colonia de la Ciudad de México.
La arquitectura, el crecimiento de cafés, bares y restaurantes, y el perfil de visitantes y residentes recientes, han contribuido a que esta zona experimente una transformación significativa, provocando entusiasmo, pero también el desconcierto de muchos habitantes de La Paz.
En pleno corazón del Centro Histórico, el Parque Piedras y Pájaros se ha convertido en uno de los puntos clave de este fenómeno.
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Inaugurado el 13 de abril de 2012, el parque está lleno de vida: cafés, bares, restaurantes al aire libre, galerías y el jardín “Piedras y Pájaros”, propiedad de la fundación comunitaria de Tenaja Holdings y su fundadora Christy Walton, se mezclan para crear un ambiente relajado.
La norteamericana Christy Walton es una filántropa, empresaria y activista, viuda de John T. Walton, uno de los hijos Sam Walton fundador de Wal-Mart, la mayor cadena de supermercados del mundo. Después de la muerte de John en 2005, se convirtió en la heredera de una parte de su fortuna.
Los viernes por la noche, conciertos gratuitos, eventos culturales y lecturas de poesía dotan al espacio de una atmósfera que muchos podrían describir como “bohemia”, muy en la línea de lo que ocurre en La Condesa.
Pero, ¿es esto realmente comparable? En la opinión de varios entrevistados, la similitud con la colonia capitalina es tan solo algo superficial.
Gilberto Piñeda Báñuelos, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, destaca que la zona pertenece al “núcleo fundacional” de La Paz, cuyos edificios datan de finales del siglo XIX y principios del XX.
El paralelismo con La Condesa pierde fuerza cuando se examina la historia y la arquitectura paceña más de cerca. “La mayoría de las edificaciones antiguas que había en ese tramo de calle dominan un estilo arquitectónico neoclásico”, indica Piñeda.
En contraste, en La Condesa de la CDMX, se pueden encontrar varios estilos arquitectónicos que la hacen única y ecléctica: neocolonial, art decó, funcionalista, ecléctico, racionalista.
Estas características, junto con los parques y su ambiente cultural, hacen de La Condesa un lugar vibrante y atractivo tanto para residentes como para visitantes.
Son negocios para el turismo, expresan locales
Ana Rosshandler, conocida como Ana Ross, maestra de inglés y poeta, tiene una opinión más crítica. “Siento que el centro está cayendo en manos de los extranjeros y del turismo”, explica.
“Cada vez hay menos negocios locales, más restaurantes, más hoteles. Yo evito venir al centro porque me da tristeza. Lo que antes eran lugares familiares, ahora son negocios dedicados al turista”, opinó para El Sudcaliforniano.
Para Ross, la comparación con la Condesa se queda en lo anecdótico: “Esto no tiene nada que ver con el ambiente cultural y bohemio de la Condesa, esto es turismo puro y duro”.
Mientras tanto, Fernando Allende, un joven oficinista recién llegado de Sonora, considera que el cambio en el Centro Histórico de La Paz es parte del progreso.
“El progreso tiene que llegar. Lo viejo debe dar espacio a lo nuevo”. Para Allende, los nuevos negocios y edificios traen consigo una fusión interesante entre la historia de La Paz y las demandas del presente.
Gentrificación
Sin embargo, reconoce que el auge de restaurantes y bares “parece estar más orientado al turismo que a los residentes locales”. Los entrevistados coincidieron que el centro de La Paz está experimentando un proceso de gentrificación.
El profesor Piñeda Báñuelos subraya que este desplazamiento de la población original por otra de mayor poder adquisitivo es una tendencia que ha afectado a la zona en la última década.
“En 2010, residían 10 mil 297 habitantes en el Centro Histórico. Para 2020, esa cifra disminuyó un 8.4%”, señala Piñeda.
Los proyectos inmobiliarios de gran altura y la construcción de hoteles han comenzado a transformar la imagen urbana de una zona que alguna vez fue hogar de familias paceñas.
La Condesa fue un movimiento cultural
De acuerdo a los entrevistados, a diferencia de La Condesa, donde el movimiento cultural tiene raíces históricas profundas y una gran diversidad de actividades al aire libre, el centro de La Paz parece ser más una zona destinada al turismo que un espacio cultural para los residentes.
La poeta Ana Ross lo expresa con frustración: “Es como si nosotros, los habitantes, fuéramos los espectros de la ciudad. Todo está dedicado al turismo, y nuestras memorias se están borrando”.
La comparación entre el Centro Histórico de La Paz y la Condesa de la Ciudad de México revela mucho sobre las tensiones que están presentes en la ciudad.
Para algunos, el cambio es sinónimo de desarrollo; para otros, representa la pérdida de un espacio que solía pertenecerles.
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Lo que queda claro es que el centro de La Paz, con su arquitectura neoclásica, sus bares y restaurantes, y su creciente orientación al turismo, está cambiando, y ese cambio no está libre de controversias.
¿Será La Paz la próxima Condesa? Para los entrevistados la respuesta es un rotundo no. El centro de La Paz, con sus casonas neoclásicas y sus nuevos parques como Piedras y Pájaros, sigue siendo único en su esencia, aunque cada vez más le pertenezca a quienes vienen de fuera.
Mientras unos celebran la modernidad, otros luchan por mantener viva la historia y el carácter que han definido a esta ciudad por generaciones.