La Paz, Baja California Sur.- La mesa violeta se deriva del modelo de las mesas de seguridad para dar atención permanente a los problemas de delincuencia que tiene el estado y los municipios, pero en este caso está enfocada a prevenir y resolver los problemas de violencia de género.
La directora general del Instituto Municipal de las Mujeres en La Paz, Christa González Robinson, mencionó que esta iniciativa ha funcionado bien porque en ella participan de manera constante, una vez por semana, se reúnen todas y todos los titulares de las dependencias que tienen que ver con este tema.
Manifestó que esta asistencia es importante, porque no es lo mismo que manden a alguien en representación, a que vaya la persona responsable de la dependencia que tiene poder de decisión.
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Aunado a lo anterior, dijo, se percataron que si bien es cierto que el gobierno del estado tiene programas y campañas para enfrentar la violencia de género y el ayuntamiento tiene los suyos, es mejor coordinar esfuerzos para ser más eficientes en la atención de los problemas.
Abundó que la mesa violeta nació como una propuesta de la alcaldesa Milena Quiroga y de la teniente Rut de la Fuente, directora de Seguridad Pública del municipio de La Paz, reconociendo que a pesar de los esfuerzos que se estaban haciendo para enfrentar la violencia de género, los números se seguían incrementando.
Dijo que comenzaron con una revisión de los procesos para ver cómo podían ser más eficientes, y entonces integraron a la mesa violeta, las mesas de seguridad del estado y del municipio, la Justicia Cívica, los institutos de las mujeres, y el C4, a fin de ampliar el panorama de lo que estaba pasando y hacer diagnósticos más certeros, con mecanismos como la plataforma de la mesa violeta, donde todas las dependencias que brindan atención capturan sus datos, lo que permite, entre otras cosas, georreferenciar las zonas más conflictivas, las que tienen más incidencia de casos y denuncias de violencia de género y poder apuntalar las colonias que están ahorita como focos rojos.
En ese sentido, dijo, hay colonias que salieron más mal que otras, por ejemplo, Calafia, Camino Real y Centro, por lo que si el Instituto Municipal de la Mujer tiene un programa preventivo en El Esterito, donde no hay tanto conflicto, se redirige a las colonias más problemáticas.
Dijo que los recursos a veces son insuficientes para atender todos los temas de violencia de género, pero lo que sí se puede hacer es usarlos de forma más eficiente.
Mencionó que otro logro de la mesa violeta es la atención permanente en el Centro de Justicia para las Mujeres, es decir las 24 horas los siete días de la semana, porque resulta que antes abría de 8:00 a 20:00 horas y alguien requería atención especializada o quería interponer una denuncia por la noche o en la madrugada, tenía que esperar hasta el siguiente día.
Dijo que desde que se implementó este horario permanente, las denuncias se incrementaron. De la misma forma, Justicia Cívica hizo la observación de que las corporaciones de policía le enviaban muchas personas que agredían a las mujeres, pero dichas conductas no estaban tipificadas como faltas en el Bando de Policía y Buen Gobierno, por lo que se les tenía que dejar ir.
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Entonces lo que hicieron fue presentar un proyecto para modificar la normatividad, de tal forma que hoy el Bando de Policía y Buen Gobierno incluye algunas faltas que tienen que ver con la violencia de género.
Puntualizó que hoy solo se cuenta con una patrulla violeta, y si bien la idea es que en el futuro haya más unidades de este tipo, por lo pronto cualquier patrulla que esté en el sector donde se desarrolle un conflicto de violencia de género puede acudir, actuar como primer respondiente.
González Robinson reconoció que el Congreso del Estado haya volteado a ver el trabajo de la mesa violeta de La Paz y haya exhortado a los demás municipios a instalar este mismo mecanismo, “lo cual, creo, les va a ser muy provechoso”.
