La Paz, Baja California Sur.- Ante la posibilidad de un nuevo reglamento del Malecón, Ana Ortega, quien es dueña de Pet&Breakfast, y activista por animal, menciona que se trata de una excelente oportunidad para que el gobierno establezca un reglamento de convivencia entre las personas y este nuevo rol que tienen los animales de compañía, la cual ya es una tendencia a nivel mundial, y para que esta convivencia sea cada vez más virtuosa.
REGLAS DE CONVIVENCIA Y PROGRAMAS
En este punto, Ana señala que hay que plantearnos como sociedad cuáles son las reglas de convivencia mínimas necesarias entre perros y humanos, “para que quienes somos dueños de mascotas no causemos molestias ni tengamos acciones que sean falta de respeto para aquellas personas que no comparten los mismos gustos”, por lo cual considera que esto incluiría la responsabilidad sobre las heces fecales de la mascota, el uso de correa y bozal.
Por lo tanto, propone la implementación de programas que han sido bastante exitosos en otros países como el de buen ciudadano canino, “un programa que se instauró en los 80’s en Estados Unidos, en el cual se promueve a que las personas sean tenedores responsables de los perros y animan a entrenarlos para que sus perros tengan un buen comportamiento como: certificaciones en ciertos comportamientos”.
Menciona Ana que lo menos que se puede esperar es que no sean agresivos, sin embargo, es necesario fijar lo que esperamos de un perro, como que se siente, que conviva amistosamente con un extraño, que acepte los procedimientos más básicos de un acicalamiento, que pueda caminar son correa, que pueda caminar con correa, a través de una multitud, que venga al llamado, reaccione apropiadamente con otro perro o cuando hay distracción y que se mantenga tranquilo mientras su dueño está ausente, ya que “es bueno poner un punto en el horizonte hacia donde queremos llegar”.
PROHIBICIÓN
Sin embargo, considera que, “siempre va haber accidentes, fallas porque así somos los seres humanos pero no debemos de quitar el dedo del renglón de comunicar con respeto y de hacer políticas públicas con sus propias sanciones y de quién las aplique”.
Finalmente, señala que prohibir las cosas es una estrategia muy pobre, dado que, esta es una excelente oportunidad para educar a partir del Malecón, “educar en todas las parte de la ciudad que también son importantes y donde vivimos todos”, puesto que, “ya una vez se trató de prohibir los perros, pero la inercia de disfrutar ese espacios público junto con sus perros ya sentó un precedente, quieren disfrutar ese espacio público con sus perros, no es una estrategia muy viable”.