La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Con la finalidad de seguir con sus estudios, el Doctor Mauricio Mendívil originario de Baja California Sur, tiene dos años y medio radicando en el Estado de Oaxaca cursando su segundo año de residencia en cirugía general, este 2020 le tomó por sorpresa al tener que cubrir un momento histórico apartado de su familia y viviendo de cerca la pandemia por Covid-19.
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“Para todos adaptarse y acortar ese listón qué tenemos tan arraigado con nuestra familia es muy difícil pero también nos debemos de acostumbrar a la distancia, alejarte de casa y de familia hablando de Covid-19 fue muy desesperante estar lejos y saber que estas en un lugar donde puedes contraerlo o no saber cómo están ellos”.
El médico asegura ha pasado por momentos difíciles como todo el personal de salud, radicar en un lugar que es de los Estados más pobres de México y enfrentar con las pocas herramientas que se tiene el Covid-19 ha sido todo un reto.
“Al inicio fue muy difícil cuando comenzó la pandemia, saber cómo identificar, cómo tratar a los pacientes que tienen el virus y hasta qué medicamentos les podíamos dar, teníamos reuniones diarias con todos los servicios hablando con pediatría, medicina Interna, general, traumas, con todos para ver qué aportábamos, que tienen, que han visto y que han conocido de esta pandemia y cómo podemos ayudar a tratar “.
“La otra parte complicada fue saber que artículos teníamos disponibles, que medicamentos, sufrimos la falta de eficiencia de equipo, de insumos, pacientes que ocupaban ventiladores y decir solo tengo dos y ya están ocupados, que hacemos, tomar la decisión de salvar la vida de un joven o una persona de la tercera edad”.
Mauricio Mendivil decidió formar parte del equipo de voluntarios para cubrir el Covid-19, asegura que también ha sido difícil trabajar en su área con pacientes que llegan infectados asintomáticamente pues no están preparados para enfrentar la situación al desconocer el caso.
“En el área quirúrgica podían llegar pacientes asintomáticos con un problema de una apendicitis, un baleado o picado que es muy común los pasamos al quirófano lo operamos y al día siguiente nos dábamos cuenta de que tenía Covid, esto también era difícil”.
El 2020 asegura que le deja grandes experiencias y hace ver lo vulnerables que podemos ser todos los seres humanos ante una pandemia, este virus nos enseñó a valorar a quienes más queremos pues terminó con la vida de un importante número de personas.
“He perdido familiares, amigos y colegas de trabajo, es algo muy difícil, muy duro por lo que todos estamos pasando, tratamos de cuidar a los familiares grandes, pero también hay jóvenes que se nos van, me ha tocado ver desde 20 hasta 50 o 60 años, esta enfermedad no respeta edades, todos estamos vulnerables”.
Sin duda alguna, la vida ha cambiado para todo el mundo, principalmente para quienes se dedican a la salud, quienes tienen que seguir portando cansados trajes, máscaras y lentes especiales para evitar ser contagiados, la pandemia sigue y el resto de la población no sabe en qué momento podrá volver a abrazar a sus seres queridos.