La Paz, Baja California Sur.- Tuvieron que pasar 65 años antes de que el H. Cuerpo de Bomberos de esta ciudad recibiera su primera unidad extintora nueva de parte del ayuntamiento de La Paz.
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Por lo general las unidades con las que trabajan los elementos de esta institución han sido donadas por otras corporaciones de bomberos del interior del país o de Estados Unidos.
El comandante de la institución en la capital de Baja California Sur, Manuel Salvador Rivera Duarte, destacó el hecho porque no solo se trata de equipo nuevo para su trabajo, sino que garantiza la eficiencia del servicio en caso de una emergencia de incendio.
Hoy el H. Cuerpo de Bomberos de La Paz cuenta con 100 elementos, entre contratados y voluntarios, de los cuales 10 son mujeres.
El comandante Rivera, con 50 años en la corporación, reconoce el apoyo que han recibido en la actual administración municipal, no solo por el nuevo camión que tuvo un costo de 9 millones de pesos, sino porque en el último año y medio han crecido en infraestructura, personal, contratos y ya no tienen problemas de dotación de combustible, como si se llegó a tener en otras administraciones.
Dijo que en 2023, cuando él ascendió al puesto de comandante, en un segundo periodo, pues en los ochentas ya había estado en el cargo, recibió un inventario de cinco vehículos en servicio, una estación central, otra en la colonia Navarro Rubio y la comandancia delegacional de Todos Santos.
Desde entonces, dijo, las cosas han mejorado con la instalación de una caseta en Los Barriles, donde está destacamentado uno de sus compañeros que es apoyado por elementos de protección civil, y la construcción de una estación en el fraccionamiento Camino Real, lo que ha permitido reducir de forma importante los tiempos de respuesta.
También recibieron el donativo de dos extintoras tipo aeroportuario, una de las cuales se envió a Guerrero Negro y otra se quedó en la ciudad de La Paz.
En agosto del año pasado la alcaldesa Milena Quiroga les entregó una unidad extintora y uniformes nuevos, y la corporación, por su parte, consiguió una ambulancia para contar con dos unidades al servicio de los ciudadanos.
Ante la ampliación de estaciones se otorgaron nueve contratos a personal voluntario, cinco mujeres y cuatro hombres, y se estableció un taller mecánico para reparar y recuperar unidades, por lo que hoy en día el H. Cuerpo de Bomberos de La Paz tiene 16 vehículos funcionando, la mitad de los cuales son extintores y un vehículo de “ataque rápido” contra incendios.
Precisó que además de la estación central, hoy cuentan con instalaciones y equipo en Los Barriles, la colonia Navarro Rubio, Camino Real y Todos Santos, este último con mayores requerimientos por el crecimiento de su población y debido a la frecuencia de los incendios forestales.
Rivera Duarte recuerda las peores conflagraciones en la ciudad como las de las tiendas Chedraui Palacio y la Perla de La Paz, de las discotecas Fórum 98 y Éxtasis, así como el incendio de pipas de combustible sobre las carreteras, además de los siniestros provocados por los huracanes, en los que el cuerpo de bomberos ha tenido que intervenir para el control de la situación y rescate de vidas humanas.
En ese sentido, dijo que es fundamental que no haya improvisación y que los elementos estén capacitados, de manera que todos los fines de semana reciben talleres y cursos de preparación como el combate de incendios, manejo de materiales peligrosos y chorros de manguera, entre muchos otros.
Dijo que hay muy buenos capacitadores en La Paz, pero también cuentan con el apoyo de corporaciones de Estados Unidos, que envían a sus instructores para colaborar en el adiestramiento.
Sobre el perfil que se busca para la formación de bomberos, mencionó que se ocupa de personas con disciplina y vocación de servicio, por lo que cuentan con una academia donde se les da la instrucción necesaria.
Y es que se atienden todo tipo de incendios, de edificios, casas, carros, forestales, pero también fugas de gas, rescate de personas y de animales como gatos, perros y hasta serpientes.
Como parte de su experiencia, manifestó que le ha tocado rescatar muchas personas, algunas desafortunadamente sin vida o que no resisten la recuperación. Recordó el caso de una persona que cayó en un pozo en San Antonio, donde rescató el cuerpo.
Mencionó que no le gusta hablar de ello porque se remueven los sentimientos de personas que viven los incidentes, pero hay un sinfín de anécdotas como resultado de sus intervenciones como bomberos no solo en cuestiones de incendios, sino en todo tipo de incidentes, recordando que a él le tocó vivir la experiencia del huracán Liza en 1976.
Puntualizó que todo incendio comienza con algo pequeño, señalando que los tres elementos básicos para un siniestro son materiales combustibles, oxígeno, y una fuente de calor, que puede ser no tan significativa como una chispa.
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Señaló que uno de las principales causas de los siniestros es el exceso de confianza de la gente, pero para un bombero un cable “pelado” es suficiente para poner atención.
