La Paz, Baja California Sur.- Priscila es una mujer que por varios años ha trabajado en su puesto de alimentos, en el Mercado Olachea, en el municipio de La Paz.
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Cansada de las condiciones precarias en las cuales se obliga a laborar, decidió denunciar a través de este medio informativo sobre una fuga de aguas negras en las calles Venustiano Carranza e Ignacio Allende. El derrame se presentó desde el pasado miércoles 27 de marzo a raíz de un drenaje colapsado por el área de Pescadería.
Dicha situación estaba afectando los puestos colindantes; tal como comentó Gabriela, colaboradora de una frutería en dicho mercado, quien también narró haber reportado al Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Oomsapas) La Paz sobre esto, y a su vez reiteró la persistencia de este tipo de circunstancias.
“Sí, esto ya ha pasado… por lo general pasa cuando se viene el verano, no sé de qué dependerá; pero como hace más calor, imagínate… hasta enfermedades, porque aquí transita mucha gente”, relató.
Pasaban las horas y la fuga no cesaba, lo que ya no solamente afectaba la imagen del mercado; también sus productos y la higiene de los mismos. El problema se atribuye al administrador y encargado del mercado, explicó Priscila.
“Se supone que en los mercados tienen que desazolvar una vez al mes, por lo menos. Se hace un entaponamiento y es imposible… y dejaron de desazolvar porque los del mercado no dejan cerrar un día. Entonces, lo hacen cada dos meses. Pero ahora no se hizo porque el administrador nunca vino a asegurarse de que realmente se esté haciendo bien el desazolve y la gestión; necesitaban que él estuviera”, contó.
LOS PROBLEMAS EN EL MERCADO CONTINÚAN
Dos horas después de que El Sudcaliforniano acudió al mercado a verificar esta denuncia, el drenaje y la fuga fueron reparados, sin embargo, Priscila enfatizó que este tipo de situaciones se presentan de manera recurrente; lo cual resulta una problemática de salud pública alarmante.
“El administrador no quería que vinieran para que no se hiciera nada, no mandó el oficio. Hasta vinieron los de Coepris hace unos meses, porque no era posible trabajar así. Ya estoy cansada con el administrador. No hace nada por nosotros, y eso que nosotros pagamos una renta… nos ignoran”, destacó.
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Priscila concluyó señalando que bajo las condiciones en las que actualmente se encuentra el mercado, la clientela disminuye y la situación económica, para quienes viven de sus ganancias, se torna crítica e insostenible.
