La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Debido a la situación económica que enfrentan personas en estado de vulnerabilidad, Microempresarios de La Paz decidieron apoyar a las familias para llevarles alimento, ropa e incluso han logrado apoyar en casas de adultos mayores adecuándoles espacios y donándoles muebles en hogares de personas que no tienen familiares.
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La empresaria, Elsa Polanco Reyes, comentó que, desde que se suscitó la pandemia, las microempresas tuvieron que cerrar sus puertas y se notó la necesidad de un gran sector de la sociedad que no tendría la posibilidad de tener ingresos para subsistir, es por eso que decidieron unirse para crear una estrategia y ayudar a quienes más lo necesitaban.
“Hay personas que viven al día y no tienen un sueldo fijo, primero pensamos en hacer cincuenta despensas, pero fue tanta la ayuda de la ciudadanía que se lograron seiscientas veinte despensas qué fue lo que repartimos en estos días de contingencia las personas”.
Microempresarios se percataron de ciertas situaciones más complicadas en viviendas de personas de la tercera edad, tomaron la decisión de limpiar sus casas, y aportar con otro granito de arena para que pudieran tener una mejor calidad de vida en sus hogares.
“Logramos conseguir ciertos muebles y adecuar el espacio por algo más cómodo, lo hicimos en tres viviendas, les pudimos donar colchones nuevos, ropa, muebles, cortinas nuevas, tinacos, pagamos adeudos de agua, nos hemos percatado sobre todo en las calles, que hay muchas personas de la tercera edad buscando cómo salir adelante o cómo conseguir el alimento, en nuestros carros traemos despensas para la persona que necesite y veamos en la calle”.
En este momento continúan apoyando ocho microempresarios que se dan la oportunidad de buscar espacios para realizar actividades en donde puedan juntar lo necesario para entregarlo a personas que lo siguen requiriendo ya que mencionan, esto aún no termina y ya hay muchas familias que siguen enfrentando una situación difícil debido a la contingencia.
“Yo creo que ahorita más que quejarnos de la situación, es ver la manera de cómo podemos ayudar en ver quien necesita, tal vez si yo tengo dos bolsas de arroz podemos compartir una, no es necesario tener tanto para poder ayudar o aportar algo a alguien”.
Mencionan que como microempresarios les ha afectado duramente la pandemia, ya que muchos aun no pueden abrir sus negocios o hay quienes tienen que trabajar en ellos horas extras para poder pagar gastos fijos, pero esto no ha desmotivado en querer ayudar a quien no tiene una fuente de empleo, consideran que la pandemia les ha enseñado a ser más solidarios.