La Paz, Baja California Sur (OEM - Informex).- El Obispo de la Diócesis de La Paz, Miguel Ángel Alba Díaz y el Padre Francisco Rodríguez, dieron inicio a la esperada invitación celebrada en Catedral, el miércoles de Ceniza dando paso a la Cuaresma.
En punto de las 10:00 horas dió inicio esta celebración, con gran concurrencia de sus fieles seguidores, los cuales siguieron muy de cerca y en todo momento está maravillosa ceremonia.
El señor Obispo menciono que la Cuaresma ha cambiado mucho en los últimos tiempos, antes era un acto de sacrificio y devoción, ahora es simplemente un día donde nadie sacrifica absolutamente nada, la abundante comida, los adornos, la abundancia en alimentos del mar, un día donde pretendemos que los demás crean que somos buenas personas, dónde decimos que hacemos dieta sin hacerla, dónde le hacemos como si nos sacrificaramos, sin sacrificar nada.
La Cuaresma, es para hacer oración, para hacer un pequeño sacrificio, hacer dieta para el que no tenga nada de comida, este día pueda comer algo. "Los tiempos de Cuaresma, han cambiado, estamos muy lejos de Dios, las cosas que Dios nos ha dado para nuestro bien, ya no las valoramos."
Hemos convertido una bendición en una maldición: "El dolor de un ser querido, a veces los problemas matrimoniales, a veces el divorcio. A veces la angustia por el hijo desaparecido, son tiempos duros, el tiempo de la Cuaresma para cualquiera de nosotros." El miércoles de Ceniza, tendría que ser un camino personal de penitencia.
"Hoy miércoles de Ceniza iniciamos un camino, hoy como iglesia queremos caminar juntos, como una sola iglesia, la presencia de Dios en el mundo, un camino de penitencia y de confesión, dónde lavamos nuestros pecados." Cada uno de nosotros tenemos que ajustarnos a los nuevos tiempos, sin perder ese camino y esa paz. "Nos hemos distanciado, los pecados de los hijos de la iglesia, se vuelven más sensacionalistas."
Los medios de comunicación nos están transformando, así como la tecnología que llevamos a todos lados, pareciera que es más importante un celular que vivir el presente y convivir con la gente que está a nuestro alrededor. "El cambio de nuestro corazón, de nuestras actitudes. A veces rezamos porque tenemos un problema, o ayunamos por un problema de hígado, razones estéticas, para no sentirnos mal.
Vivimos en un mundo, en el que la Cuaresma se vive diferente, arrastra masas, se dan degeneraciones. El Carnaval se ha convertido en el pretexto, para una Cuaresma que a dejado de existir, en lo más hondo de sus corazones." Cada familia tiene que buscar la salvación, acercarse a Dios, para ser mejores, para integrarse, para que desaparezcan los malentendidos, sanar las heridas, perdonar ofensas.
"Debemos de ser generosos y serviciales entre nosotros mismos, vivir más intensamente que cualquier Carnaval, lleno de superficialidad y de mundanidad, den testimonio de que tienen hambre de Dios."
"No solo de pan vivimos, el pan lo necesitamos para la vida, tan necesario que Cristo lo constituyó en Sacramento de su propio cuerpo." Dió una reflexión de tener hambre de la palabra de Dios, acercarnos a las sagradas escrituras, así como leer un poco: "Lean un poquito cada día, la perspectiva de María como madre, ese niño que dió a luz, pero no era suyo. Lean la palabra de Dios, como el entrego su vida, sacrificó su vida por nosotros."
La Cuaresma es un tiempo de meditación, de rezar, sanación interior, el hecho de dar a los que no tienen nada que comer en sus hogares, quienes poseen menos que nosotros, y nosotros podemos compartirles un poco de lo que tenemos, ese es el verdadero significado de la Cuaresma, del miércoles de Ceniza. Está ceniza tenemos que ganarla por nuestros actos bondadosos, por nuestro comportamiento hacia los que menos tienen, no solo por el hecho de decir, ya fui a la iglesia, entonces ya soy un buen cristiano.
Es un tiempo de sacrificio, de reflexión, de dar al prójimo algo, de oración y de paz interior.