Los Cabos, Baja California Sur.- No alcanza para mucho la pensión que adultos mayores reciben, coinciden en que los costos en los productos de la canasta básica, ropa y demás necesidades, están por las nubes, viviendo al día o bajo el apoyo de sus hijos.
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La ama de casa Felicitas Soto Armenta, con 82 años, luego de dos años de quedar viuda, dijo que, al no tener el respaldo de su esposo el dinero de su pensión lo gasta en comprar alimentos, primero que nada asegurar las tres comidas del día, aunque sus hijos le ayudan a surtir la despensa, a veces se acaba algún producto y tiene que comprarlo, el resto del dinero se lo gasta con alguna compra, a veces alguna prenda de vestir porque le haya gustado mucho porque dice tener demasiada ropa que sus mismas hijas le obsequian, aunque sea o no sea día de las madres, me dicen “cualquier ocasión es buena para mostrarme cuánto me quieren”, el resto lo guarda para ir teniendo su colchón para lo que se ofrezca.
Lupita Gómez Cadenas, se jubiló a los 65 años, hace más de 10 años, actualmente se dedica a estar en su casa ya que, sufre de algunos padecimientos en su salud, que le impiden continuar ejerciendo la profesión que tanto dijo que ama, actualmente vive con su hija, que trabaja y junto con su esposo corren con el gasto de la casa, “pero yo gasto en mi ropa, y aunque tengo el servicio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a veces tengo que comprar medicamentos que allí no tiene en existencia, me compro mi calzado, y uno que otro gustito yo me los pagó, de vez en cuando apoyó con algo a mi mamá que ya está muy mayor y también en la casa donde habito, porque a veces se ven apretados con los gastos, ya sabes que el dinero no alcanza, cuando vives de un sueldo o una pensión raquítica se dificulta en ocasiones a una persona pensionada, que también se ve forzada a estirar el dinero porque todo está muy caro y vive uno al día no alcanza mucho para ahorrar”.
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Alicia Castro, actualmente dijo estar pensionada después de más de 30 años trabajando, sin embargo a sus 81 años sigue con energía para seguir buscando en qué ocupar su tiempo, así que, se va a un centro comercial para trabajar como empacadora en donde obtiene un ingreso extra de 200, 300, a veces hasta 500 o 600 pesos de propina cuando son quincenas o fines de semana, porque el dinero de la pensión que recibe es poco y con los altos costos de toda la canasta básica y demás necesidades cada vez alcanza menos, y le gusta tener su ahorro, para cuando quiera viajar a visitar a una hija o al hijo, y aunque le dan para sus gastos, le gusta ser independiente y no quitarle el dinero a sus hijos, ya que entiende que en todo hogar se tiene fuertes gastos.