Como es tradición, la comunidad católica se reunirá en las diferentes iglesias incorporadas a la Diócesis de La Paz, para celebrar el nacimiento de Jesucristo, sin embargo, esta navidad será diferente, atípica, la cual quedará marcada en la historia del mundo.
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Así se vivirá este 25 de diciembre del 2020, debido a que el mundo entero enfrenta una crisis de salud y económica como nunca se había vivido, algo insólito, algo que nunca había sucedido, una Noche Buena sin realizar las grandes reuniones con la familia, solo será desde el núcleo del hogar, donde los deseos son conservar la salud, y mantenerse libres de contagios, donde las iglesias que se abarrotaban de creyentes que acudían a celebrar el nacimiento de Jesucristo únicamente podrán recibir un 40 por ciento de asistentes, y los demás escucharán y verán la misa de navidad a través de un monitor, todo esto debido a la pandemia sanitaria por Covid-19.
La tradicional “misa de gallo”, será oficiada por el señor obispo Miguel Ángel Alba Díaz, en su papel de máximo jerarca de la iglesia católica de Baja California Sur, donde recordará, lo difícil que ha sido este año 2020 debido a la pandemia del Covid-19.
Ya que este año se han tenido que celebrar y vivir las fiestas litúrgicas como la Semana Santa, la Pascua, Pentecostés, Corpus Christi, el Sagrado Corazón de Jesús, las apariciones de la Virgen de Guadalupe y otras grandes celebraciones, confinados en los hogares, al lado de los seres más cercanos y sin poder tampoco realizar reuniones familiares para celebrar, y compartir con los familiares más lejanos y seres queridos, cumpleaños, aniversarios y acontecimientos importantes que se han tenido que posponer o cancelar muchos de esos momentos planeados con anterioridad; por salud y por el bien de todos así se celebrará y vivirá también la fiesta de la Navidad del Señor, lo cual invita a recordar y reflexionar en lo que ha acontecido todo este difícil año 2020.
“San Lucas relata que la virgen María tuvo que dar a luz a Jesús en un establo y lo acostó en un pesebre y entre animales, porque no hubo lugar para ellos en ninguna posada y San Juan nos habla de este misterio diciéndonos que el Verbo eterno del Padre “vino a los suyos y los suyos no lo recibieron, pero que a los que lo recibieron les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios”, (Jn. 1, 11-12). Tratemos de dar vuelta a esta página del Evangelio y ahora, nosotros, los que hoy y aquí somos “los suyos” acojámoslo y démosle posada en nuestros hogares y corazones para que él nazca y permanezca entre nosotros y así lleguemos a ser en plenitud “hijos de Dios”, (Jn. 1, 13)”, manifestó el obispo de La Paz.
Por su parte, Miguel Ángel Alba Díaz, le sugiere a los creyentes, poner en el interior de sus hogares una representación de la Navidad con las imágenes más significativas, San José, la Virgen María y el Niño Jesús, a las que se puede añadir el Ángel, la estrella, los pastores, el burro, el buey y las ovejas y posteriormente los magos venidos de oriente; también adornar el exterior de sus casas con sencillos signos cristianos de alegría navideña; celebrar las posadas, no en los templos, sino en los propios hogares, reunidos como familia para rezar juntos el Santo Rosario y pedir posada; dejándose ayudar por los subsidios que ofrecen las páginas de la diócesis, parroquias, comisiones diocesanas y otras redes sociales verdaderamente católicas.
Vivir la vigilia de navidad el día 24 por la tarde o noche, siguiendo con devoción la Santa Misa en las redes sociales y disfrutando con quienes comparten el mismo hogar y en familia la cena navideña, agradeciendo a Dios el gran regalo que nos ha hecho, al darnos a su propio hijo y ofreciéndole, en reciprocidad, el gran regalo de nuestra vida y persona.
Miguel Ángel Alba Díaz, exhortó a no temer al decir a las nuevas generaciones que la Navidad nos habla del Niño Jesús, que los niños en su inocencia descubran detrás de cada regalo material una bendición de un ser real que es el mismo Dios hecho hombre.
“Cambiemos la historia por una noche y los días que siguen ¿Será posible que Jesús sea el protagonista de nuestras vidas? Seamos optimistas desde una realidad transformadora, organicemos una Navidad para Jesús. Démosle hospedaje para que nazca en nuestros corazones y reine en nuestras familias. Donde hay paz y caridad hay Navidad”.
Finalmente, la máxima autoridad de la iglesia católica en la entidad, refirió que, para estar más cercanos a Dios, se deberán aprovechar los días previos o posteriores a Navidad para buscar con sinceridad y arrepentimiento el Sacramentos de la Reconciliación y participar con agradecimiento en la Eucaristía, para así iniciar, de la mano Jesús, María y José, el año 2021 con un corazón limpio y un espíritu nuevo.
