La Paz, Baja California Sur.- Desde hace tres semanas, la calle Veracruz, entre el bulevar Forjadores y el bulevar General Agustín Olachea, permanece cerrada debido a las obras de acueductos, lo que ha dejado inhabilitada la circulación vial.
Esta zona es una vía clave, pues conecta negocios, restaurantes y la preparatoria José María Morelos y Pavón. Sin embargo, el bloqueo vehicular ha afectado tanto a estudiantes como a locatarios.
El residente de la obra, “Gallo” Romero, comentó que los trabajos comenzaron hace tres semanas con el objetivo de habilitar la calle lo antes posible. Aunque la conclusión total llevará más tiempo, el equipo busca abrir la circulación provisionalmente. “No tanto que acabemos, pero de perdida dejarles el lugar que se merece a la gente de aquí para que puedan circular. Ya cuando se termine todo esto ya vamos a iniciar con lo concreto y todo”, explicó.
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Romero destacó que los avances son positivos y que los trabajadores se esfuerzan con jornadas de lunes a domingo. “De siete a seis estamos trabajando y trabajamos los domingos de ocho a dos de la tarde”, añadió.
Los vecinos y estudiantes reconocen que las obras generan complicaciones, pero las ven como necesarias. Tres estudiantes de la preparatoria mencionaron que la obra dificulta su llegada, ya que deben ser dejados a unas cuadras del plantel debido al cierre vehicular.
Por su parte, diversos comercios en la calle Veracruz han enfrentado una baja en ventas, lo que los ha llevado a implementar estrategias para mantenerse a flote. Entre ellas destacan la colocación de letreros en avenidas cercanas, la habilitación de servicios a domicilio y el uso de aplicaciones de delivery.
Israel Trasviña, trabajador del restaurante Sweet Avocado, relató cómo han afrontado esta situación: “A ojo de buen cubero, las ventas han bajado como un 50 o 60%. El ticket promedio también ha disminuido y parece que esta situación va para largo, quizá unos tres meses más. Después se vienen las vacaciones de Navidad y los festejos, que es justo cuando hay más movimiento, más dinero. Esto fue un golpe de realidad”.
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Sin embargo, Trasviña también destacó la importancia de mantenerse optimistas y adaptarse: “Implementamos el servicio a domicilio con plataformas como Diddi. Hay que sacarle provecho a la situación, no verlo todo como negativo, pues es para mejor, y aguantar”.
El trabajador también mencionó que las obras beneficiarán a la comunidad a largo plazo, ya que la zona sufría problemas históricos de drenaje. “Cuando hay agua, se estanca y hasta se derraman los baños de las casas”, señaló.
Aunque no hay una fecha concreta para la conclusión de la obra, estudiantes, vecinos, locatarios y trabajadores continúan poniendo de su parte para mejorar la zona, confiando en que los trabajos resolverán problemas que han afectado a la comunidad por años.