La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Durante recorridos por las principales zonas de La Paz, Baja California Sur, y partiendo del derecho humano que todas y todos tienen a circular de manera libre, autónoma, cómoda y segura, toda la ciudadanía debería poder trasladarse de un punto a otro, sin embargo en la ciudad no es posible el libre tránsito debido a la falta de banquetas incluyentes y a la cultura de la ciudadanía.
Las banquetas se encuentran obstruidas por vehículos, motocicletas, botes de basura, ramas de árboles, objetos o simplemente no están planeadas para que las personas con discapacidad transiten por ellas, por lo cual las y los transeúntes tienen que caminar por la calle.
A diario, mujeres, hombres, niñas, niños, adultos mayores y personas con discapacidad, corren peligro de sufrir un accidente debido a que tienen que caminar sobre el pavimento donde principalmente circulan vehículos, motocicletas y bicicletas.
Las personas que cuentan con algún tipo de discapacidad motriz que les impide caminar y utilizan una silla de ruedas para trasladarse por la ciudad, son las principalmente afectadas al encontrar las banquetas obstruidas.
SE GENERAN ACCIDENTES
En la capital del estado, en los últimos días se registro un lamentable accidente donde una persona de la tercera edad que transitaba por la calle en su silla de ruedas, fue arrollada por un vehículo, debido a que las banquetas de la colonia Misión Santa Fe, son obstruidas por los mismos vecinos con botes de basura, vehículos, motocicletas o árboles.
La responsabilidad para el libre tránsito por las banquetas dela ciudad es de todas y todos, por lo que es tiempo de que la ciudadanía evite obstruirlas
A pesar de que las personas con discapacidad son y tienen igualdad de derechos como cualquier otra persona, estas tienen una vulnerabilidad mayor, debido a que las calles, banquetas o falta de las mismas, imposibilita su tráfico.
Además, a la situación de deterioro en que se encuentran las banquetas en la ciudad, se suman los problemas con vehículos que imposibilitan el acceso debido a que son utilizadas como estacionamientos, a ello se suman los puestos fijos de comerciantes que utilizan el mayor espacio de las banquetas imposibilitando el paso principalmente a personas con discapacidad y adultos mayores.
Es importante mencionar que, los peatones tienen el derecho de circular de manera libre, autónoma, cómoda y segura, por lo cual todas y todos deberían de poder trasladarse de un punto a otro sin que su seguridad se ponga en peligro, lamentablemente en las calles y banquetas de La Paz no existe inclusión, hay puestos fijos y semifijos que no dan oportunidad para que personas con discapacidad puedan transitar y tienen que utilizar las avenidas poniendo en riesgo su vida.
Según los derechos, cada banqueta debe tener espacio para que dos sillas de ruedas puedan pasar a la misma distancia, situación que no ocurre en la mayoría de los casos. Nadie debe apropiarse de las banquetas, por lo que debería existir regulación en este sentido para que todas y todos puedan transitar sin temor a ser atropellados al tener que bajar a la calle por no tener otra opción al estar obstruida la banqueta.
SIN ACCESIBILIDAD UNIVERSAL
Cabe referir que, en algunas zonas de la ciudad se ha buscado tener accesibilidad universal, como por ejemplo la zona costera del malecón, sin embargo no existe un lugar completamente accesible para todas las personas sin discapacidad y con discapacidad, las cuales no son únicamente aquellas que cuentan con alguna inmovilidad limitada, también personas débiles visuales, sordas y personas con otro tipo de discapacidades mentales o intelectuales requieren el libre tránsito por las banquetas.
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Por esta razón, las banquetas de la ciudad son el obstáculo más visible en cuanto a movilidad, ya que estas no cuentan con rampas, o cuando si las tienen, están mal diseñadas, con pendientes muy inclinadas, angostas o son obstruidas por objetos o vehículos.
En el caso de las personas débiles visuales, estas se enfrentan a otra serie de problemática relacionada al mobiliario urbano, ya que ellas suelen guiarse por este y por las fachadas, que cuando son modificadas y se añaden letreros o mobiliario, se convierten en espacios más riesgosos, y esto aumenta cuando la banqueta está mojada, invadida por mobiliario de comercio, o se colocan bocinas con alto volumen, lo cual altera ya que su sentido más alerta es el oído.
Finalmente, la responsabilidad para el libre tránsito por las banquetas de la ciudad es de todas y todos, por lo que es tiempo de que la ciudadanía evite obstruirlas.