La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- La salida de la Baja 1000 desde La Paz benefició a cientos de comerciantes dejando una derrama superior a los 100 millones de pesos en todo el estado pero impidió que los pacientes acudieran a sus citas médicas a la clínica del ISSSTE de la colonia El Conchalito.
El cierre de vialidades que causó la edición 56 de la Baja 1000 causó molestia en otro sector de la sociedad paceña ya que aseguraron que se quedaron sin citas médicas.
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Desde las 23:00 horas de este miércoles, ante el arranque de motos y quads, se presentó el cierre total de la circulación y paso peatonal en La Paz, a excepción de unidades de emergencia, desde la carretera escénica Alberto Andrés Alvarado Arámburo y acceso a Hotel Palmira, así como del Paseo Álvaro Obregón, desde calle Norte hasta calle Márquez de León.
Simultáneamente se mantuvo cerrada la circulación de la calle Mariano Abasolo, desde Manuel Márquez de León hasta Luis Donaldo Colosio; bulevar Constituyentes de 1975 de Luis Donaldo Colosio hasta libramiento Daniel Roldán.
Todos estos cierres provocaron un importante caos vial, quienes mostraron su inconformidad fueron derechohabientes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), quienes expresaron haberse quedado sin citas médicas ya que no se les permitió el paso.
“Pésima planeación, hay personas que, por necesidad médica, no por gusto ni recreación, tenemos que presentarnos a citas médicas en el ISSSTE de El Conchalito. Aquí hay personas que ya perdieron citas médicas porque los oficiales de policía no tienen criterio y no los han dejado pasar. Perder una cita médica en el ISSSTE es todo un dolor de cabeza por la cuestión de volver a agendar cita”, dijo el ciudadano Nezahualpili Tovar.
FALTA DE ORGANIZACIÓN
Ciudadanos lamentaron la falta de organización en temas de seguridad vial y de la falta de empatía de elementos que se encargaron de dar el paso a las personas. Narraron que en ambos lados en la carretera al norte se encontraban personas enfermas que necesitaban ir a su consulta y enfermos que, por orden médica requerían llegar a su casa, sin embargo, tuvieron que esperar por un gran lapso.
“Tuve que caminar cuatro cuadras con un catéter reciente puesto porque el comandante altanero que está en la calle Jalisco quería que le enseñara el catéter y como va por dentro y se instala por endoscopia y no se ve, no me dejó pasar. ¿Desde cuándo los policías son expertos en cateterismos o tienen especialidad médica”.
Lamentaron que no se tomen previsiones en este tipo de eventos que, aunque generan beneficios económicos, por otro lado, ponen en riesgo la salud de las personas, sobre todo al transitar cerca de un hospital. Las calles fueron reaperturadas después de las 11 de la mañana de este jueves.
COMERCIANTES TRIPLICAN VENTAS
La expectación generada por el evento automovilístico de la Baja 1000 en su edición 56 ha triplicado los ingresos de los comerciantes respecto a 2022.
Víctor Nápoles, un comerciante experimentado de Ensenada con 15 años de participación en la Baja 1000, compartió que a pesar de su amplia experiencia, es la primera vez que participa en La Paz. Aseguró que, a pesar de mantener precios bajos en sus camisetas para garantizar ventas y evitar quedarse con mercancía, ha experimentado buenas ventas, informó que el costo del permiso ante la Dirección de Comercio del Ayuntamiento de La Paz, fue de 1 mil 12 pesos, y su objetivo es financiar su viaje y disfrutar del evento.
Por su parte, Alfonso Aramís, también proveniente de Ensenada, expresó que las ventas van excelentes y que, comparado con el año pasado, se han triplicado.
Además, señaló que, en Ensenada, lugar donde finaliza la carrera, también tiene un puesto por lo que espera generar suficientes ingresos para tomarse unas vacaciones. Ambos comerciantes subrayaron el notable incremento en sus ventas, evidenciando el entusiasmo de los residentes y visitantes por el evento.
Sofía, una estudiante residente en La Paz compartió que hace un año y ocho meses, se dedica a ofrecer burritos y otros productos junto a un grupo de amigas en diversos puntos de la ciudad, sin embargo esta fue la primera ocasión en que participan en un evento como este
"Pues tengo viviendo aquí en La Paz un año y ocho meses. No hace mucho que empecé a salir a vender y sí, es la primera vez que venimos a ofrecer en un evento como estos."
La joven, junto con su grupo de amigas, estuvieron activas en la venta de burritos, tortas y postres, ofreciendo opciones para satisfacer distintos gustos y preferencias. A pesar de no llevar las cuentas directamente, Sofía destacó que el esfuerzo en equipo les ha permitido mantener un flujo constante de ventas.
"Ayer con mi compañerita, vendimos 170 burritos a 35 pesos y desde las 2 de la tarde hasta las 11 de la noche más o menos. 170 postres de 40 pesos. Siempre vendemos 100 desayunos", compartió Sofía
Reconoció que a diferencia de otros días las ventas durante la Baja 1000 han sido especialmente significativas, ya que en tan solo unas horas se terminan rápidamente el producto situación que no sucede así en días normales.
"Este tipo de eventos, pues son los que más, les digamos, les genera más derrama económica", mencionó Sofía, resaltando la importancia de la presencia de eventos de esta magnitud para los emprendedores locales.
220 COMERCIOS EN EL MALECÓN
Cynthia García, titular de la Dirección de Comercio Municipal, informó que son alrededor de 220 puestos comerciales los que se ubicaron en el malecón de La Paz durante los días 14 y 15 de noviembre.
“Participaron Canirac, Canaco, comerciantes del Centro, así como grupos organizados de puestos semifijos y artesanos con la venta de recuerdos, playeras y un sinfín de productos”.
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Detalló que los comercios estuvieron ubicados a lo largo del paseo Álvaro Obregón, desde El Molinito en la calle Norte hasta el Kiosco del Malecón en la 16 de Septiembre. Esta instalación se realizó sobre la banqueta del lado del mar para no interferir con los negocios ya establecidos.
“La distribución se hizo de manera que a lo largo del Malecón encontrarán alimentos, bebidas y artesanías en diversos puntos para que las personas no se concentren en un sólo lugar, por lo tanto, está perfectamente distribuido para que todos puedan acceder a los productos”, detalló.
En cuanto a los costos, mencionó que para los puestos pequeños, de hasta 4 metros cuadrados, oscilaron entre 150 y 180 pesos por día. Mientras que, para los más grandes, de 9 metros en adelante, las tarifas alcanzaron entre 800 y 900 pesos por día.