La Paz, Baja California Sur. (OEM-Informex).- Miguel Ángel Alba Díaz, Obispo de La Paz, a través de un comunicado anticipó que muy probablemente a partir de principios del mes de julio será posible reiniciar el culto con presencia de fieles y otras actividades pastorales en grupo.
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Sin embargo, resaltó que se deberá estar atento al semáforo estatal de salud que permite se lleve a cabo dicha actividad siempre y cuando se esté en el nivel cuatro, así como también los párrocos deberán atender a las disposiciones de las autoridades municipales.
El obispo indicó que la reapertura se hará en forma paulatina, prudente, progresiva y responsable de acuerdo a cada fase, observando siempre los protocolos sanitarios de higiene (lavado de manos o gel antibacterial) así como la sana distancia, metro y medio entre cada persona, lo cual implica señalar el aforo permitido de asistencias en cada etapa.
Esto exigirá multiplicar el número de reuniones y también de misas en cada parroquia.
De igual manera, recomienda evitar a los fieles desplazamientos y recomienda celebrar en capillas, salones y otros lugares más cercanos a cada barrio y proponer celebraciones eucarísticas entre semana.
En el comunicado también se señala que no será necesario tomar temperatura para admisión de los asistentes. En el tema del cubrebocas indicó que este ha generado controversia ya que la Secretaría de Salud no lo exige como obligatorio, pero es conveniente recomendarlo en atención a las personas que pudieran sentirse inseguras sin él.
Miguel Ángel Alba Díaz, dijo que el buen funcionamiento de esta reapertura hace necesario que cada parroquia reúna y de formación a un grupo de laicos que acompañe y oriente a los fieles en todas y cada una de las actividades que se realice desde su ingreso, acomodo, recomendaciones y salidas.
Además de reanudarse las celebraciones religiosas, se establece que durante la misa se omitirá el saludo de paz, mientras que en la procesión para comulgar se observará la sana distancia y la comunión deberá darse en la mano, sin diálogo con el fiel y la colecta se recogerá al final de la ceremonia en la puerta de salida.
Las confesiones se harán garantizando la confidencialidad, sana distancia y cubrebocas. En lo que respecta a la atención a los fieles en las oficinas, despachos, salas de espera, librerías o comedores parroquiales deberán observarse las normas comunes como en todos los locales.
El obispo declaró que la contingencia sanitaria ha obligado a entrar de lleno a las redes sociales, permitiendo aprender nuevas habilidades, caminos y métodos que permitirán seguir aprovechándose en la misión evangelizadora.
Por lo que ve conveniente que las celebraciones e iniciativas evangelizadoras virtuales se trasmita a través de la red diocesana o de redes de canales o parroquiales y evitar protagonismos personalistas, compitiendo para ver quien tiene mayor número de seguidores.
“Anunciamos a Cristo, no a nosotros mismos”, resaltó.
Finalmente pidió a los párrocos mucha responsabilidad de tal manera que velen al máximo por el bien espiritual de los fieles, sin exponer a riesgos innecesarios o poner en peligro la salud física de los mismos.
“Con mucha ilusión y optimismo pido a Dios que nos conceda sabiduría, prudencia y fortaleza para reemprender nuestro camino celestial y diocesano con todo los retos e inquietudes que la situación provoca en nosotros y en nuestra feligresía”.