La Paz, Baja California Sur.- Durante la administración del XV Ayuntamiento de La Paz, se relajó la aplicación de los reglamentos, principalmente el de uso de suelo del Malecón y el Municipal para el comercio en la vía pública, lo cual terminó por generar un caos en cuanto a la regulación del comercio en la zona del Malecón.
Debido a que el Malecón es una zona federal, es regulada por Administración Portuaria Integral de Baja California Sur (API), sin embargo, el orden de los comerciantes le corresponde a la Dirección del Comercio del actual XVI Ayuntamiento.
Aunque nunca han recibido quejas formales, los trabajadores de dicha Dirección mencionan que en pláticas, muchos de los ciudadanos e integrantes del Patronato Pro Malecón que acuden a sus instalaciones han hecho observaciones que denotan molestia por la presencia de los vendedores en la zona del Malecón, por lo cual, se dieron a la tarea de cumplir el Reglamento de Uso del Malecón el cual fue publicado el 31 de julio de 2007 en el Boletín Oficial del Gobierno del Estado, el cual menciona en su artículo 9. “Queda estrictamente prohibido… establecer todo tipo de negocios particulares fijos, semifijos y ambulantes, tanto en el área del Malecón como en las vías públicas vehiculares colindantes”.
OPINIÓN PÚBLICA
Sin embargo, la opinión pública saltó al rescate de los vendedores pues, según una encuesta realizada a través de redes sociales en la que participaron 691 personas, resultó que el 61 % estaba de acuerdo con la presencia de vendedores sobre la banqueta del Malecón, ante un 39 % que opinaba lo contrario.
Entre las opiniones más interesantes y a favor, defendían que los vendedores forman parte de una economía de la subsistencia que se debe encontrar en las calles, plazas y banquetas, es decir, ese es su lugar histórico; también que sus productos resultan muy atractivos, accesibles y a precios económicos; que forman parte de la cultura local; otros mencionaban que la presencia de estos fomenta la competencia y son un gran atractivo turístico.
En contra posición habían quien decía que no estaba de acuerdo porque no les gustara, sino porque no estaba bien regulado o gestionado, además que no había espacios bien establecidos para ellos.
También había aquellos conciliadores que mencionaban que la solución es tratar de incluir todas las actividades y con base en eso, realizar una buena administración de los espacios en el Malecón, es decir, un Malecón donde todos quepamos.
Entre las propuestas estuvo la creación de un gran mercado de artesanías que sea un atractivo turístico y local; y la idea de vender únicamente productos regionales (artesanías, dulces, etc.), y que fuera moderada la presencia de vendedores y de sillas y mesas de bares sobre las banquetas.
LA AUTORIDAD
Por su parte, la autoridad, a través de José Óscar Martínez Burgos, el reciente subdirector de Inspección Fiscal y Edgar Amador Aréchiga, auxiliar administrativo en el área de Dirección de Comercio, que le ha tocado estar de cerca en este asunto, mencionan que actualmente se encuentran en una etapa de negociación en la que han logrado que alrededor del 90 % de los vendedores se reubiquen en zonas como el callejón Cabezud o junto al Hotel Perla, sin embargo aún hay renuencia, sin embargo mencionan que el Ayuntamiento no está cerrado y debido a que conocen que la mayoría de los vendedores tienen como único ingreso su venta, lo respetan y gestionan posibilidades para que no tengan que renunciar al comercio, sino que lo sigan haciendo pero en otro espacio. Para esta propuesta, Martínez Burgos, se ha comprometido con los vendedores a instalar buen alumbrado en la zona que se les reubica, así como baños, y el respeto y organización de los espacios de cada vendedor.
PERMISOS Y PADRÓN DE VENDEDORES
Cualquier persona identificada puede ser acreedora de un permiso para ambulantaje o un puesto semifijo en la zona, sin embargo, como actualmente hay pocos espacios, se están explorando otros lugares entre los cuales figuran el predio de la antigua Perla de La Paz, predio de la antigua primaria 18 de Marzo, y el callejón 21 de agosto, aunque aún no hay nada confirmado.
El costo del permiso es de $172 pesos semanales, y actualmente existe un padrón donde se tienen registrados 80 vendedores que puede ascender a los 300 en toda la ciudad de La Paz, sin embargo, Martínez Burgos estima que en la zona del Malecón pueden llegar a haber hasta 100 vendedores que van a diferentes horas del día, cuya aportación se incorpora al gasto corriente del Ayuntamiento de La Paz.