La Paz, Baja California Sur.- Los conocidos mercados Bravo, Madero y Olachea, con más de 40 años de tradición, son una muestra representativa de nuestra cultura sudcaliforniana, pues en ellos encuentras los dulces regionales, las carnes, mariscos, frutas y verduras frescas de nuestra tierra, y sobre todo, a nuestra gente. Por esto y más cautivan a los residentes y a los turistas, sin embargo, poco conocemos de su organización y de su reglamento al que están sujetos, el cual los define como mercados públicos municipales.
El ayuntamiento es responsable de la autorización de las concesiones para los mercados, pero también tienen la facultad para cancelar éstas y hacer cumplir el reglamento, y a través de la Tesorería Municipal, se recaban los ingresos que corresponden a las cuotas, rentas, primas y multas impuestas a los locatarios, también expiden y autorizan la licencia de giro comercial de los locatarios y deben de actualizar el padrón de las licencias otorgadas.
Para poder ser locatario, debe llenar una solicitud que comprometen al interesado a cumplir requisitos, como contar con licencia sanitaria y tarjeta de salud, no tener antecedentes penales, tener personalidad jurídica para contratar, etcétera.
Una vez al ser aprobada la solicitud, como locatario obligadamente debe mantener aseado su espacio, realizar el comercio de forma personal, mantener abierto el local, hacer uso adecuado del mismo, vender las mercancías de precios controlados a precios oficiales, entre otros.
Entre las prohibiciones que incluye, está el traspaso o cambio de giro comercial y subarrendar los locales, en los cuales residen los mayores retos y problemas de los mercados.