La Paz, Baja California Sur.- ¡Por fin! Tras 30 años de esfuerzo, el Santuario de los Cactus ha sido declarado un Área Natural Protegida (ANP) por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR); un jardín botánico en el cual descubrirás la belleza de la biodiversidad y los encantos del desierto sudcaliforniano.

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Fundado oficialmente el cinco de julio del año 1997 y ubicado en el ejido El Rosario (Las Gallinas), por la carretera transpeninsular hacia San José del Cabo, a 53 kilómetros (entre 45 y 60 minutos) de la ciudad de La Paz, es posible apreciar más de 50 especies y 700 ejemplares de cactáceas, con 800 hectáreas de terreno y más de 400 años de antigüedad.

Este espacio se posiciona como el único Santuario de Cactus en todo México. Y no solamente se distingue por ser único en el país; de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), en este recinto botánico se ubica el cardón gigante columnar, una de las cactáceas más grandes del mundo, con 19 metros de altura y un metro de ancho, existente únicamente en Latinoamérica.

Pueden observarse plantas como la pitahaya dulce, pitahaya agria, garambullo, biznagas, nopales, choya, viejitos y cardón barbón; al igual que animales, como el halcón peregrino, halcón, correcaminos, pájaros carpinteros, serpientes, lagartijas, entre otros reptiles.

Inclusive, a su vez, podrás realizar actividades de avistamiento de insectos, arácnidos y mamíferos, como ratoncitos del desierto, coyotes, zorros, ardillas, entre otros.

Pero, ¿cómo surgió el Santuario de los Cactus? Héctor Nolasco Soria, investigador titular del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR) y fundador de dicho paraíso desértico, nos explica su descubrimiento.

"Nació como idea en 1994, cuando nosotros, del CIBNOR, empezamos un proyecto sobre cactáceas; básicamente sobre cactáceas de Baja California Sur. Iniciamos experimentos de germinación de semillas y, para ello tuvimos que buscar una fuente de semillas. Sabíamos nosotros que, en el ejido El Rosario, Doña Arcelia, que lamentablemente falleció el año pasado, se dedicaba a producir dulce de pitahaya (...)”

"Nos dimos cuenta que frente al panteón había un área muy interesante donde encontramos eventos que no habíamos visto en nuestra vida; básicamente, por ejemplo, lo que más nos llamó la atención fue crecer a cactus arriba de los mezquites (..)”, narró.

Así, entre otros fenómenos naturales nunca antes vistos y sin la intervención humana, como cactáceas “con formas monstruosas, y que seguimos descubriendo eventos muy particulares”, expresó Nolasco Soria, el equipo fundador se percató de la relevancia que es la preservación del Santuario de los Cactus, aunado a la pertinencia de convertir este espacio en un paraíso ecoturístico.

Los cactus son un tesoro del ecosistema; brillan entre las adversidades climáticas, resistentes a las condiciones climáticas extremas, tan así, que inclusive estas especies crecieron sin la intervención humana y cumplen una función valiosa en la conservación en la región. Su diversidad es maravillosa, apantallante para cualquier espectador.

Cuando recién se inició el proyecto, según Nolasco Soria, se recibieron alrededor de 200 mil pesos gracias a la participación en convocatorias de apoyo gubernamental; al respecto, “siempre fue pensado para el ejido o el dueño, el usuario y el beneficiario”, aclaró el fundador.

Por tanto, desde el año de su inauguración hasta 2020, dedicaron tiempo y esfuerzo a rehabilitar, brindar labores de mantenimiento, construcción de senderos y realización de infografías para su divulgación científica; pero lo más importante, a decir de Nolasco Soria, es haber capacitado al personal encargado del área, incluyendo a quienes cuidarán y guiarán a sus visitantes.

Ahora bien, Nolasco Soria reconoce la grandiosa labor e interés de Isaac Ortega, el Comisariado Ejidal de El Rosario, quien se convierte en una pieza fundamental para que el Santuario de los Cactus tuviera la fortuna de recibir la distinción de ANP. Lo cual, atraerá una diversidad de proyectos para su mejora y aprovechamiento, precisó.

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“Esta serie de acciones permite que ahora, el ejido El Rosario tenga a un santuario de los cactus como punto de atracción turística, y además los visitantes tengan otras ofertas, como rutas ciclistas, avistamiento de aves, o como el consumo de artesanías en el ejido. (...) Este proyecto lo queremos mucho, y es probable que continúe fungiendo como asesor científico para el manejo de la flora”, recalcó Nolasco Soria.

Finalmente, el fundador del Santuario de los Cactus reiteró que, para lograr la distinción de ANP, es necesario diversos elementos en materia ambiental, social, económica y jurídica. Por ejemplo, contar con la posesión del predio en cuestión, realizar estudios de impacto ambiental, determinar a una persona responsable del manejo, así como diferentes apoyos por parte del estado y la federación para lograr una justificación de dicho nombramiento.

Ante todo, obtener el nombramiento de ANP significa un reflejo del esfuerzo conjunto por más de 20 años entre ambientalistas, la comunidad de El Rosario y en especial a Arcelia (qepd), en conjunto con la labor científica por parte de quienes dedican su vida al estudio y la preservación de los paraísos ecoturísticos, reconociendo las virtudes de la naturaleza sudcaliforniana.