Los Cabos, Baja California Sur. - Si estás nadando y observas una aleta, hay que salir lo más tranquilamente que se pueda hacia la playa, sin chapotear, sin patalear, porque podría ser de tiburón, y eso llama la atención de estos animales.
Hace alrededor de tres semanas fue cerrada la playa Costa Azul en San José del Cabo al tener la presencia de tiburón toro, dicha zona ha sido adoptada por los surfistas por tener oleaje adecuado para practicar surf y durante alrededor de una semana no se permitió el ingreso al agua.
El biólogo marino Carlos Eduardo Narro Flores, director técnico de Asociación Sudcaliforniana de Pesca (ASUPESCA) y asesor de asuntos ambientales, al respecto dijo que al notar la presencia de un tiburón, hay que guardar la calma, no asustarse y no salir aprisa del agua, para no sufrir un ataque.
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En cuanto a la situación ocurrida en Cabo Pulmo dijo que, ha habido dos casos en donde aparecen rastros de ropa o de tablas de surf, y lo atribuyen al ataque de tiburón, pero es muy difícil probarlo.
En esta zona, en particular donde se da la reproducción y hay observación controlada, nunca ha habido un caso de ataque registrado con evidencias concretas. “No niego que pudo haber sucedido, pero no hay elementos de prueba”, aseguró.
Referente al ataque de un tiburón blanco por las costas de Guaymas, Sonora contra un buzo almejero, dijo que, es muy raro que un tiburón ataque, pero pudo haberse confundido, quizá hizo movimientos muy bruscos que llamó la atención del animal inclusive que la persona se haya asustado y haya reaccionado violentamente, ese chapoteo llama la atención y lo mordió.
La presencia de tiburones, casi siempre se ven terminando en el verano, y se pueden ver desde Cabo Pulmo, en los bajos de Punta Gorda y en zonas más amplias donde se practica el buceo.
Se aprecian los tiburones cuando se acercan mucho a la playa porque andan descansando o buscando comida. La población de tiburón se ha ido recuperando, por eso, se pueden ver más seguido, inclusive los tiburones martillo se ve una mayor presencia en los bajos por Isla Espíritu Santo”.
Con respecto al riesgo que puedan representar, dijo considerar que la gente es muy curiosa y se quiere acercar a verlos, y no es conveniente porque ellos andan en su área y si nos ven y se asustan nos van a morder, pero no es que quieran comerse a la persona, simplemente se defiende como cualquier otro animal puede reaccionar violentamente.
La presencia frecuente de tiburones en las costas refleja que las poblaciones han tenido una mejoría en las condiciones generales, “habría que ver algunos asuntos particulares, pero el incremento de ejemplares de tiburón que son depredadores de la cadena alimenticia marina, indica que hay buena cantidad y diversidad de alimentos para ellos y eso refleja un cierto estado de salud del ecosistema”.
“Durante la pandemia y el año posterior a ella, la pesca estuvo reducida mucho, en general en el mundo, particularmente en la zona del Pacífico, y este sería nuestro tercer año pospandemia por lo que, podemos estar observando ejemplares que nacieron durante ese periodo y no fueron capturados por la disminución del esfuerzo pesquero mundial”.
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Señaló que se tienen muchas especies de tiburones, los que se ven por la región son los toros o tigres, cola de zorro, los sedosos, punta negra, punta blanca, los martillo, y van cambiando según la temporada, pero todos se aglutinan alrededor de la parte alta del verano y otoño, cuando empieza cambiar la temperatura del agua, porque hay condiciones de mucha carnada en los alrededores desde la zona de afuera del golfo de Ulloa, arriba de Magdalena hasta Isla Espíritu Santo.
Durante el invierno disminuye la presencia de tiburones de tamaño grande y se empiezan a ver más chicos de aguas frías; como el tiburón guitarra, punta negra, punta blanca, sedoso, y tienen un comportamiento distinto de los que son de mar abierto, estos son más de costa, concluyó Narro Flores.
