La Paz, Baja California Sur, (OEM-Informex).- Más de 4 mil familias de las comunidades pesqueras de la zona Pacífico Norte, en el norte del municipio de Mulegé se quedaron sin agua durante varios días, debido a cortes de energía de la Comisión Federal de Electricidad que dejaron sin operar las bombas que surten del vital líquido a esa región, además de un robo a una estación de bombeo, en donde los amantes de los ajeno se llevaron equipos y cableado.
El problema inició el pasado fin de semana y comenzó a regularizarse este martes, aunque debido al tamaño del acueducto que es de más de 300 kilómetros, y por el tiempo que tarda en llenarse, se estima que será hasta este fin de semana cuando el servicio quede restablecido al 100 por ciento.
Resultaron afectadas las comunidades de Bahía Tortugas, Bahía Asunción, Punta Prieta, San Hipólito, la Bocana y Punta Abreojos, pueblos a donde se lleva el agua desde Vizcaíno, a una distancia de más de 200 kilómetros.
No hay estimaciones sobre el monto que representa el robo al equipo de bombeo, aunque en comparación con las afectaciones, no es significativo debido a que dejó a miles de familias sin el vital líquido, declaró un vecino de la costa a El Sudcaliforniano.
Y no solo eso, este acto de vandalismo se suma a una ola de inseguridad que se registra en las últimas semanas, con denuncias de asaltos en el tramo carretero que va de Vizcaíno a la zona Pacífico Norte, e incluso sobre la transpeninsular entre Vizcaíno y Punta Prieta, en el vecino estado de Baja California.
Hay temor entre la población local para denunciar estos hechos, y no es la primera ocasión que se presentan; hace algunos años también se registraron asaltos en estos tramos carreteros de muy escaso tránsito vehicular; derivado de este temor, en las últimas semanas los automovilistas prefieren viajar en caravana y hacerlo durante el día.
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La arraigada costumbre de auxiliar a algún vehículo averiado en este solitario tramo carretero está a punto de desaparecer; debido a la inseguridad, los automovilistas ya no se detienen para ofrecer ayuda o para llevar al pueblo más cercano a los afectados, y como no hay señal de celular en más de 150 kilómetros, el viaje se vuelve cada día más riesgoso, incluso, hace algunos meses, las cooperativas pesqueras que utilizan camiones de carga para trasladar sus productos hasta Ensenada se han visto en la necesidad de pedir apoyo a la policía o a las fuerzas armadas para que acompañen a sus unidades en el trayecto hasta la transpeninsular ante el riesgo de un robo.