Los Cabos, Baja California Sur, (OEM-Informex).- Informa María Elena Solís Ruiz, responsable del Programa de Atención a Menores y Adolescentes en Riesgo (PAMAR) del Sistema Dif de Cabo San Lucas, que en los recorridos que realizan, se encuentran a niños, niñas o adolescentes expuestos en los cruceros a quienes abordan y tratar de hacer conciencia para que no se estén arriesgando, “pero desafortunadamente una vez que nos vamos se dan la vuelta y regresan, es más la necesidad que tienen que el miedo a ser atropellados que se agravó a consecuencia de la pandemia que estamos viviendo”.
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También en los centros comerciales dijo han detectado a menores ejerciendo alguna a actividad como es bajar el mandado del carrito del súper al vehículo, vender manzanas con chile, gelatinas, cubrebocas entre otros, factor al cual atribuimos este incremento del comercio informal es, a las clases que actualmente se están otorgando vía WhatsApp o videoconferencia, al cual no tiene acceso porque no cuentan con internet o las herramientas para ello.
Reiteró que en el rubro del sector educativo desafortunadamente muchos de los niños no están estudiando, porque no pueden, “nos tocó apoyar a algunas familias porque los muchachos faltaban a su clase virtual, ya que no tenía modo de como conectarse a internet, porque viven en la zona de invasión caribe y nosotras les dimos apertura para que pudieran estar en nuestras oficinas que solo fue cuestión de unas semanas porque posterior el joven vio la manera de que les bajaran el internet a su casa ya que son 6 hermanos que están estudiando desde primaria, secundaria, preparatoria y universidad”.
“Nosotros apoyamos al de universidad y preparatoria que era lo más apremiante, pero ese es un conflicto muy grande y lo único que está ocasionando es que como están sin hacer nada, y no es que los estén mandando los padres, sino que los niños se les hace fácil salir para hacer algo y ganar dinero, pero si, se nos está complicando mucho con esta situación y como programa preventivo lo único que pueden hacer, es el llamado a la conciencia a que no se estén exponiendo de esa manera”.
Dijo que, a pesar del operativo tan sonado que se dio en el 2016 de las 11 madres de familia que quedaron recluidas, tres de ellas siguen allí, porque ellas dicen que las enceraron injustamente, dado el proceso fallido que se tuvo, y creen tener esa razón y por eso siguen mandando a los hijos más pequeños a vender, en otras si hubo mella porque se desterraron del lugar, al final recordó que del 12 al 18 de octubre hicieron el censo del 2020 de trabajo infantil en la playa, se detectó como 30 a 35 niños y adolescentes, 40 en la marina y se contabilizan desde bebes, niños de un año hasta los 17 años con 11 meses que es el rubro de atención.