La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Habitantes de la sierra de San Francisco en el municipio de Mulegé enfrentan desde hace aproximadamente 20 días un brote de Covid-19, en el que se enfermaron aproximadamente 35 personas, aunque la mayor parte de los 300 habitantes de las rancherías incluyendo los niños, presentaron algún síntoma leve.
Las clases presenciales en la primaria tuvieron que ser suspendidas y los adultos mayores de edad resguardados en sus casas a fin de evitar un problema mayor; las visitas al pueblo también se restringieron.
A esta fecha solo quedan 4 personas con síntomas de consideración, aunque ninguno ha requerido hospitalización; salvo 4 personas que se negaron a vacunarse, el resto de la población contaba con las dos dosis del biológico.
Vecinos de San Francisco entrevistados por este medio, informaron que no hubo manera de saber cómo fue que ingresó el virus, aunque la propagación fue rápida debido a que nunca se pudo evitar la costumbre de los rancheros de saludarse de mano, y otros nunca usaron el cubrebocas.
Con todo, el saldo de este brote es hasta ahora favorable derivado de que no hay ningún deceso, hospitalizado ni intubado, y la mayor parte de los que se infectaron presentaron síntomas muy leves, parecidos a los de una gripe; la caravana de la salud siempre estuvo atenta al desarrollo de este brote, ofreciendo atención oportuna, medicamentos y acudiendo en todas las ocasiones en que fue requerida.
Aunque la emergencia ya pasó, hubo preocupación entre las familias de las rancherías, debido a que gran parte de la población son adultos mayores y una buena parte de éstos padecen de diabetes e hipertensión; fue gracias a la inmunización de las vacunas que se logró superar esta emergencia sanitaria.
Unos kilómetros al sur, en el ejido Alfredo V. Bonfil se registra otro brote en un campo agrícola en donde hay al menos 20 personas con algún síntoma, en un sitio conocido como Las Galeras en donde viven jornaleros que trabajan en la recolección de hortalizas, según fuentes de El Sudcaliforniano.
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Las rancherías de la Sierra de San Francisco han sido de las más castigadas por la pandemia de Covid-19 y por una sequía de dos años que finalmente terminó a finales de junio con las primeras lluvias; fue de tal magnitud, que se convirtió en una crisis humanitaria debido a la falta de alimento entre las familias de las 12 rancherías de la región, consideradas de las más pobres del estado.
Una vez que salió a la luz pública su condición, gobierno del estado y municipio así como organizaciones civiles, políticos y personas altruistas, enviaron ayuda alimenticia que permitió a las familias sobrevivir durante algunos meses.
A causa de la pandemia, se desplomó la llegada de turistas a las pinturas rupestres, en donde se ocupan los rancheros como guías.