Los Cabos, Baja California Sur, (OEM-Informex).- Llueve o truene el transporte tiene que continuar ofreciendo el servicio para que, el usuario pueda movilizarse y cumplir con los compromisos adquiridos, así como el concesionario no dejar de lado la obligación de atender al pueblo aunque en ocasiones se haga con atrasos a consecuencia de la destrucción de vialidades que durante la temporada de lluvias deja.
Aunque las autoridades llevan a cabo infracciones continúas al transporte público en la modalidad de urbanos y colectivos, llegando a cobrar trescientos pesos por usuario que vaya de más a bordo de la unidad, debido a que solo está permitido 7 pasajeros parados, así como los que se mantengan sentados en donde se tenga la indicación únicamente, señalan trabajadores del volante.
Las rutas en el transporte han aumentado a fin de dar cobertura a la solicitud ciudadana de personas que habitan en las colonias de reciente creación en donde existe la necesidad, aunque líderes del gremio, como Pascual Álvarez, dicen que estas no son muy fructíferas, debido a que como la gente aún no se adapta a estas, pues no traen mucho pasaje, por ello aclaran es importante que le den uso, para que estas puedan seguir funcionando y cumpliendo con los horarios de forma más continua y no pausada como se está realizando actualmente, para poder que sea un poco mejor remunerada el recorrido tan lejos que dan, desde el asentamiento hasta el centro en la delegación de Cabo San Lucas.
Hablando en este caso, de la colonia Aztecas, Miranda, Mezquites y hacia el panteón de la zona rural, entre otras que se encuentran un poco más alejadas de la zona centro, para lo cual, se genera un gasto mayor en combustible, y desgaste del motor y llantas, tomando en consideración las vialidades que, aunque no llueva, no están en buenas condiciones.
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Aun así, con estas indicaciones de mantener los protocolos de sanidad, como es el uso del gel, y sana distancia sin aglomeración de gente, y las multas implementadas, se puede ver en horarios picos unidades con gente parada y amontonada a bordo de los colectivos y urbanos, con el argumento de que es la misma gente que se enfurece y se sube pese a que a la negativa del trabajador del volante.