Comondú, Baja California Sur (OEM-Informex).- Productores agrícolas introducen nueva tecnología robótica aérea para realizar las labores de fumigación que se requieren en los cultivos. Esto es un gran avance para el desarrollo de la región, ya que puede impulsar al sector agrícola, gracias a la productividad y ahorro que representa dicho aparato

El dron T-30 es una nueva herramienta que sirve para todo tipo de labranzas, tales como hortalizas, cítricos, granos, esta tecnología proveniente de china, es concesionada por empresarios de Sinaloa. El reconocido productor Javier Álvarez Martínez y el Ingeniero Fabricio Armentahan introducido esta nueva forma de fumigación en la agricultura comundeña, el primero de ellos es quien administra uno de estos aparatos para su uso en esta región.

El productor expresa que en la actualidad ha aumentado considerablemente el costo del combustible para las avionetas, además hay muy pocos pilotos y cada día es más escaso el recurso de mano de obra para los trabajos de fumigación.

El dron trae consigo grandes beneficiosa los productores, uno de ellos, es la rapidez, ya que tiene la capacidad de abarcar una hectárea en 5 o 6 minutos, el vehículo aéreo no tripulado también puede realizar el trabajo de día o de noche, ya que funciona con programación, indicándole en el mapa de localización la ruta que realizará y lo hace automáticamente.

El desplazamiento que puede abarcar es de 9 metros de ancho y vuela a dos metros del suelo, es importante mencionar que a los portadores además de una capacitación, se les pide por sanidad una protección completa, además se requiere de realizarse estudios químicos de carbono cada 6 meses, para prevenir intoxicaciones, el sistema remoto también evita que se requiera de más personal que puede afectarse por el acercamiento a productos de fumigación.

95% del trabajo del dron es automatizado, además de líquidos esparse sólidos

Un dron puede programarse también para evitar cableados, las personas y otros obstáculos que pueden afectar su uso, se tienen lineamientos de no utilizarlo en zonas cerradas, con techos o cables, tiene un espacio de 30 litros por hectárea para la distribución de los líquidos, estos pueden ser de gran variedad, como foliares, insecticidas, herbicidas, fungicidas o perbicidas.

El agricultor Álvarez también mencionó el “manchoneo” como una opción para realizar utilizando esta tecnología, esto significa que los cultivos que tienen manchas de herbicidas el dron evitará esas partes, esto no lo realiza la avioneta.

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El aparato funciona con un generador que carga las baterías de manera rápida, mientras se está trabajando se cambian o se rellena de líquido y continúa con su ruta desde donde se quedó, gracias a su programación, el técnico que controla el dron realiza un cálculo midiendo el perímetro para calcular la ruta y la cantidad de producto que utilizará, funciona por medio de GPS y se conecta mínimo a 16 satélites para poder despegar.

El trabajo del dron es el 95% automatizado, además de los líquidos, también puede esparcir sólidos, ya que tiene integrada una boleadora, con capacidad de 40 kilos.

Los costos que se manejan son similares a los de la avioneta, ya que, de igual manera se paga por hectárea, ha tenido gran demanda en los agricultores locales, ya que cada vez más optan por este servicio, sin duda un avance notable en la agricultura del Valle de Santo Domingo que traerá mejoras y desarrollo económico para Comondú.