La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Uno de los lugares que mas guardan historia y que a su vez se niega a quedar en el olvido, es sin duda la Capillita de la Animita o mejor conocida como La Capilla de Camino Real ubicada a un lado de la Secundaria Morelos entre las calles General Félix Ortega y 5 de Febrero, dándole misticismo y realidad en todos los sentidos, pues cada vez que se pasa por el famoso sitio es innegable que no se voltee a ver a la capilla azulada. En sus años de gloria era visitada por cientos de personas y estudiantes de la ciudad capital. Hoy en día existe una problemática en torno a ella ya que está siendo habitada por una persona en situación de calle, derivando con ello que el lugar ya no sea visitado por grupos de personas que llegaban día a día llenos de fe para conocer el sitio.
El piso luce sucio y lleno de tierra, el techo se está descarapelando por la humedad y las lluvias de meses pasados. En las esquinas hay cajas con basura, andaderas, trapeadores, trapos y botes llenos de agua. El olor fétido del excremento y de orines está encerrado, teniendo en la puerta una cortina de color rosa muy delgada que intenta tapar lo que es irremediable no ver. A las afueras de la capillita se incremento la basura y los rallones de graffiti y es muy notorio que golpean el concreto de las paredes para que se vea mas abandonada.
Es muy importante que la autoridad vigile continuamente la zona y el lugar, ya que la capillita debería de estar en buen estado, ya que es parte del patrimonio de historia que se tiene en la ciudad de La Paz. La historia del niño que murió por su padre ha dado la vuelta a muchos lugares del mundo como Francia e Italia, sin dejar de mencionar que anteriormente muchos turistas nacionales e internacionales se asombraban por lo que había sucedido.
MIEDO E INCERTIDUMBRE
Al caer la noche solo se pueden ver de lejos veladoras prendidas, pero nadie en su sano juicio intenta entrar al sitio, ya sea por seguridad o por miedo, puesto que el alumbrado público no llega a cubrir la capillita.
Este hecho ha desencadenado como se menciono anteriormente que nadie quiera visitar a la Animita pues no saben qué tipo de reacción puede tener la persona que habita el abandonado lugar.
Recordemos que hace casi un año es decir en marzo del 2021 una persona que prefirió guardar el anonimato mando restaurar la Capilla de la Animita e hizo una inversión considerable y que restauro cada rincón. Esta persona tenía muy buenos recuerdos del sitio, pues en sus años de estudiante en la Secundaria Morelos acudía junto a sus amigos para venerar al niño que murió en ese lugar. El gesto fue recibido muy bien por la sociedad, pero al paso del tiempo llegaron los estragos, la soledad y los grafitis, sin olvidar los destrozos que han sido muy evidentes y los inquilinos que se han adueñado en distintas ocasiones sin que se le de seguimiento al caso a pesar del descontento de un sector de la sociedad que pide que el lugar sea conservado en buenas condiciones.
LOS MILAGROS DEL NIÑO DEL CAMINO REAL
Muchos estudiantes de la Secundaria Morelos y de otras instituciones públicas acudían décadas atrás a la capillita de la Animita solo con una enmienda, que José Lino les ayudara a pasar de año, pero a su vez le levaban un juguete, les escribían cartas o le prendían una veladora, verdad o mentira pero el hecho se propago por toda la ciudad haciendo de este sitio el lugar de los milagros. Al paso del tiempo también empezaron a acudir padres de familia, señores y jóvenes que le llevaban regalos para que los milagros surtieran efecto.
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LA LEYENDA DE LA ANIMITA
Cuenta la historia que en el año de 1866 un niño de tan solo 11 años de edad y que llevaba
el nombre de José Nilo decidió dar su vida por la de su padre, ya que este mismo había sido encarcelado injustamente. José Nilo tenía el destino marcado pues al hacer la tarde de un 11 de noviembre del año citado, su madre lo mando a que le llevara de comer a su padre y al llegar vio como era azotado su padre, pero también escucho las amenazas de muerte de un comandante a lo que no pudo resistir y gritarle que daría su vida por su padre. El comandante soltó la carcajada y sin más ni menos azoto y amarro a un caballo a José, el cual fue arrastrado por toda la zona, quedando el cuerpo sin vida por los matorrales y piedras. El padre de José Nilo quedo en shock y sin habla quedando desmayado por tan cruel acto.
Hay quienes apuntan que la historia es real, pero que José Nilo en realidad no tenía 11 años de edad, sino más bien 16 años, pero aun así no deja de ser un menor de edad que fue brutalmente asesinado.
