En Baja California Sur existe una población de niños, niñas y adolescentes de entre 5 hasta los 14 años de 117,714 que son susceptibles a ejercer actividades laborales indirectas debido a las condiciones de pobreza y de marginación generalizada en ciertos sectores.
Muchos de ellos son orillados a trabajar de manera informal y casi imperceptible para ellos, desempeñando actividades sencillas como realizar mandados, descargar mercancías, acomodar productos y comerciando dulces y botanas.
Algunos de estos casos podemos apreciarlos en la zona del malecón de La Paz, donde en ocasiones pequeños solos o acompañados de sus papás sorprenden al acercarse a las personas que se encuentran consumiendo en bares o restaurantes para ofrecer productos como chicles, dulces o simplemente solicitando una cooperación, explicando que es para el sostenimiento de su familia, a veces con mucha naturalidad, otras con una sonrisa fingida o con una vista distante.
Otro caso muy común es ver niños, niñas y adolescentes en los panteones en fechas festivas o por las tardes ofreciendo el servicio de acarreo de agua de las pilas que ahí se encuentran, misma que es utilizada por los visitantes para regar las tumbas o las plantas y limpiar las capillas.
Muchos de estos niños realizan estas actividades de forma voluntaria pero realmente son las condiciones económicas lo que los orilla a destinar su tiempo de recreación necesaria para su desarrollo a estas actividades que no corresponden a su edad, mientras que hay entre ellos algunos otros que son obligados por sus padres a conseguir un poco de dinero y no tienen otra opción, incluso dejando de estudiar por dedicarse a estas actividades de tiempo completo y afectando de manera grave su preparación académica y su desarrollo social.