La Paz, Baja California Sur.- Los 1,400 trabajadores de la Exportadora de Sal de Guerrero Negro se quedarán por tercer año consecutivo sin utilidades, con apenas un millón de pesos de dividendos para repartir entre trabajadores sindicalizados y de confianza, una situación que se espera revertir a partir del 2020, una vez que en el presente año, con la administración de Antonio Avilés, el precio se ha fijado en más de 18.50 dólares por tonelada, contra los poco más de 14 de los últimos años.
MAYOR INVERSIÓN
En entrevista, el funcionario explicó que estos 3 dólares con 60 centavos más habrán de reflejarse en mejores dividendos; aclaró que recibió una empresa “muy jodida” que por el momento no puede aspirar a producir más de 7.5 millones de toneladas al año, y se requiere invertir en muelles, barcazas, remolcadores, bandas, con una inversión de 40 millones de dólares que permitirán cosechar 8.5 millones de toneladas de sal en el año 2020.
Destacó que esto es factible porque hay condiciones en el mercado internacional de la sal, que registra un crecimiento anual de hasta un 4.5 % anual, con una producción total anual de 300 millones de toneladas.
Sobre la falta de utilidades, el dirigente del sindicato de la ESSA, Luis Martín Pérez Murrieta, manifestó su inconformidad por esta medida y acusó a la administración anterior de hacer un traslado de recursos a favor de la naviera Baja Kulk Carriers (BBC), propiedad del gobierno mexicano y de la japonesa Mitsubishi, pagándole más caro el flete de la sal a fin de castigar los ingresos de la exportadora, manteniéndola al límite de las pérdidas con el fin de no entregar utilidades a los trabajadores.
Anunció que recurrirán ante la Secretaría de Hacienda para interponer un recursos de inconformidad a fin de que se que haga una investigación sobre estas prácticas, al tiempo que recordó que el último año que hubo utilidades fue en el 2016 cuando se repartieron más de 70 millones de pesos, y esto fue derivado de que el precio de la sal se ubicó en poco más de 19 dólares la tonelada; en los dos años siguientes, el precio se fijó entre 14.84 y 14.85 dólares por tonelada.