La Paz, Baja California Sur.- En un ambiente de desorden, inconformidades y sin vigilancia en las costas de Mulegé, San Carlos y Puerto López Mateos, pero sin contratiempos en El Sargento, Los Planes, Los Frailes y la Zona Pacífico Norte, inició este jueves la temporada de captura de tiburón.
En Santa Rosalía, el director de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario del ayuntamiento de Mulegé, Jesús Salvador Verdugo Ojeda, denunció que sólo 3 permisionarios lograron obtener o renovar sus permisos de captura de tiburón, mientras que más de 70 se quedaron en espera de que la Conapesca les resolviera sobre su solicitud.
Alertó además sobre la llegada de al menos 12 pangas nodriza procedentes de Sonora y Sinaloa que vienen a trabajar esta pesquería; estos sí, con permisos emitidos por la Conapesca, mientras que a los locales se los niegan, según dijo.
Los barcos utilizan líneas de más de una milla y entran en aguas donde la norma no se los permite, sacando grandes cantidades de producto, mientras que los pescadores ribereños que utilizan artes de pesca artesanales y salen en pequeñas pangas, se ven obligados a subcontratarse con gente de otras entidades que llegan a estas costas con permisos.
Y la negativa de la Conapesca de otorgar permisos para tiburón no es la única inconformidad, desde el inicio de esta administración federal, los pescadores locales sufren por la falta de vigilancia en los litorales y por la ausencia de una oficina de Conapesca en la cabecera municipal, y por eso, ahora los ribereños deben pagar a un notario o enviar sus documentos hasta Guerrero Negro con los gastos y la tardanza que ello implica.
Ante esta situación, Verdugo Ojeda demandó a la Conapesca que a la hora de emitir los permisos se tome en cuenta a la autoridad municipal, porque en los hechos lo que se está presentando es una discriminación para locales, y privilegios para los pescadores de otras entidades.
Como prueba de lo anterior, citó el reciente incidente, en donde personal de Conapesca y la Secretaría de Marina sorprendieron a 7 lanchas procedentes de Sonora trabajando escama frente a Santa Rosalía, y cuando los inspectores les pidieron que mostraran sus documentos, lo único que lograron fue que les mostraron los cuchillos, al final no hubo acta, ni detenciones ni aseguramiento de las embarcaciones.
Días después, el mismo personal de la Conapesca sorprendió a un pescador del Ejido Alfredo V, Bonfil sacando pulpo sin contar con un permiso, pero a éste sí le levantaron acta y tendrá que pagar una cuantiosa multa, no se vale, dijo Jesús Verdugo, o todos coludos o todos rabones.
En Puerto López Mateos, sobre el litoral del Pacífico del municipio de Comondú, y una de las zonas tiburoneras más importantes del estado, la situación también es crítica, más de la mitad de las lanchas que salieron al mar en las primeras horas de este jueves 1 de agosto en busca de tiburón, no cuentan con permiso, pero arriban el producto a playa y lo regularizan adquiriendo una factura con algún permisionario o cooperativista.
Aunque entre estos pescadores ilegales hay gente de la comunidad y de pueblos vecinos, la mayor parte viene de Sonora y Sinaloa, según fuentes consultadas por este medio.
Entrevistado sobre este problema, Luis Camacho, líder pesquero de Puerto López Mateos, denunció que se trata de un problema añejo, aunque en esta temporada se agrava más por la falta de vigilancia, y porque en los hechos no hay autoridad en el mar: en este puerto, el número de permisionarios no llega a 40, y son más de 100 las lanchas, las que andan en el tiburón, explicó.
Es una situación muy delicada,dijo, y demandó a la autoridad, intervenir para poner orden, a fin de garantizar que sólo trabajen los que cuenten con sus permisos en regla.
En San Carlos, la pesquería de tiburón no es tan codiciada, y sólo la trabajan dos o tres permisionarios, y aunque en años anteriores la pesca furtiva también le entraba a esta especie, en los últimos días los guateros no están saliendo al mar, luego de que la Secretaría de Marina incrementara su presencia, logrando la detención de una lancha cargada con combustible y droga.
En la parte sur del Golfo de California, -desde El Sargento hasta Los Frailes- considerada la más tradicional e histórica de las regiones tiburoneras del estado, el arranque de la temporada se inició sin contratiempos, y en este año sin la presencia de grupos ambientalistas, de los que cuestionan o se oponen a esta pesquería.
A diferencia del año anterior, cuando tiraron anzuelos desde un día antes del inicio oficial de la temporada y por esta causa les fueron destruidas sus cimbras por personal de Conapesca, en esta ocasión colocaron sus artes de pesca hasta el 1 de agosto, a fin de evitar incidentes, como el del 2018.
En cuanto al precio, al cierre de esta edición, ninguno de los compradores había iniciado el acopio, aunque se estima que habrá de arrancar por encima de los 23 pesos el troncho y en más de 400 pesos el kilo de aleta seca; Los precios varían, dependiendo del tipo de tiburón, siendo la del piloto, la carne mejor pagada.
La temporada inició este jueves 1 de agosto y concluye hasta mayo de 2019; no hay cuotas de extracción y la producción depende de las condiciones del mercado.