La Paz, Baja California Sur.- El estado atraviesa una situación de sequía que afecta al 90% de su territorio según el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Este panorama se ve agravado por la reciente conclusión de una temporada de huracanes sin lluvias significativas lo que aumenta la vulnerabilidad hídrica y el riesgo de incendios forestales en la región.
El fenómeno de La Niña, que se caracteriza por un enfriamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial, ha mantenido al noroeste del país bajo condiciones de estrés hídrico durante cuatro años consecutivos. Esta situación ha reducido las precipitaciones y limitado la recarga de acuíferos.
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La temporada de huracanes oficialmente concluyó el 30 de noviembre, la falta de lluvias deja a la entidad con recursos hídricos limitados. Según el Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES) las condiciones de sequía persistirán hasta abril o mayo de 2025, en gran parte debido a la nueva fase de La Niña que ya afecta al país.
La relación entre sequía y riesgo de incendios es evidente. La falta de agua y el aumento de material combustible, como arbustos secos y palmeras, incrementan la probabilidad de siniestros en regiones como Todos Santos y el estero de San José del Cabo. Desde 2020, se han registrado al menos 29 incendios en la delegación de Todos Santos, afectando más de 100 hectáreas de vegetación, según datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Francisco Javier Salgado Agúndez, delegado del Pueblo Mágico de Todos Santos, destacó que los incendios no son eventos aislados y que múltiples factores agravan la problemática. Entre ellos se encuentran el crecimiento de asentamientos humanos, la falta de accesos adecuados para combatir el fuego y cortocircuitos en el cableado eléctrico. "En días de viento, el roce de cables con las palmas puede generar chispas y desencadenar incendios", explicó Salgado.
El papel de La Niña en el panorama actual
La persistencia del fenómeno de La Niña ha generado inviernos más secos de lo habitual en el noroeste de México, reduciendo las lluvias necesarias para recargar acuíferos y humedecer el suelo. Según el Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, la falta de lluvias desde hace casi cinco años en algunas regiones ha intensificado las condiciones de sequía.
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Las autoridades han destacado la importancia de mantener medidas preventivas tanto para enfrentar la sequía como para minimizar el riesgo de incendios. Héctor Amparano Herrera, subsecretario de Protección Civil del estado, subrayó la necesidad de fortalecer la vigilancia comunitaria y los programas de prevención, especialmente ante la llegada de frentes fríos y vientos fuertes que podrían favorecer la propagación de incendios.
Entre las recomendaciones para la población se incluyen el uso responsable del agua, la reforestación para mejorar la captación hídrica y la colaboración con las autoridades para abrir accesos a terrenos que faciliten la intervención en casos de incendio.
Asimismo se invita a los ciudadanos a mantenerse informados a través de los boletines oficiales del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y a seguir las indicaciones de Protección Civil.