La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- El presidente del Consejo Interreligioso de Baja California Sur Alán Loubet, consideró que es necesario reabrir los templos para llevar a cabo servicios presenciales luego de más de dos meses en que sólo se realizan vía remota a través de las redes sociales.
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Informó que en el estado hay aproximadamente 80,000 evangelistas y más de 600 templos, y señaló que los feligreses están demandando acudir a las iglesias debido a que requieren la cercanía con los pastores y con el resto de los integrantes de la congregación.
Hizo hincapié en que esta reapertura tendría que ser condicionada a una serie de medidas sanitarias que permitan evitar los contagios de Covid-19, entre otras, guardar la sana distancia, medir la temperatura a cada uno de los feligreses, limitar los aforos en cada templo dependiendo de sus dimensiones, utilizar gel antibacterial y no saludarse de mano ni darse abrazos.
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Estas medidas, dijo, tendrían que ser supervisadas por la autoridad municipal y estatal y aplicar las sanciones correspondientes en los templos donde no se respeten.
No obstante, Alán Loubet expresó su desacuerdo con la reciente manifestación de un grupo de pastores que llevaron a cabo en el Palacio municipal de La Paz, porque aunque coincide con ellos en que es necesario reabrir los templos, una manifestación no es la forma correcta de plantear una demanda, sobre todo porque las autoridades estatales y municipales siempre han estado abiertas para escuchar a las agrupaciones religiosas.
Recordó que en lo que va de esta emergencia sanitaria del Covid-19 los 600 pastores del estado han suspendido sus servicios presenciales y solo se ofrecen en redes sociales durante los domingos; en algunos casos con más de 100 usuarios en vivo.
Alán Loubet informó que los cristianos siguen repartieron despensas a la población más necesitada, alimentos que se los hacen llegar de manera altruista feligreses.
Reiteró su rechazo al manejo de esta pandemia de parte del gobierno federal, al que acusó de falta de sensibilidad porque han dejado a los ciudadanos sin empleo por más de 60 días, de tal modo que a estas alturas la gente prefiere de coronavirus que morirse de hambre; hubiera sido preferible suspender todo durante 30 días, dijo finalmente.