La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- A casi un año de iniciada la pandemia de Covid-19, las navieras de todo el mundo se encuentran paralizadas, aunque con expectativas de reiniciar algunas rutas durante los meses de marzo o abril del próximo año, pero sólo en algunos itinerarios cortos como los del Caribe, en donde es más fácil controlar la movilidad debido a que los viajes son a islas y hasta por tres días, y se pueden aplicar burbujas sanitarias, mientras que en el Pacífico y el resto del mundo los viajes incluyen varios destinos y son de hasta 14 días, según señaló el presidente de la Asociación Mexicana de Cruceros Arturo MussiGanem.
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VACUNA, JUNTO CON EL BOLETO
Otro factor que incidirá será la llegada de vacunas, con la opción de que las navieras incluyan el biológico en el costo del boleto, o en su caso se exija la cartilla de vacunación; Esta va a ser la solución, dijo, aunque aún va a tardar un tiempo; por lo pronto este año prácticamente se perdió, con sólo enero y febrero de actividades y apenas 2 millones de turistas que llegaron por esta vía a México, de 10.5 millones que llegaban en promedio cada año.
El empresario señaló que las pérdidas en la industria de cruceros serán cuantiosas, ya que cada turista derrama un promedio de 100 dólares; en el caso de Baja California Sur se esperaban para este año poco más de 800 mil visitantes de los cuales sólo llegaron 150 mil.
Arturo Mussi pronóstico que será hasta el 2023 cuando la actividad repunte, una vez que la gente habrá de salir del confinamiento y de la pandemia con muchas ganas de vacacionar después de tanto encierro,y aunque no descartó que la crisis económica también les afecte, explicó que los turistas que viajan en cruceros son de buen nivel adquisitivo, y este segmento quizá resulte menos dañado.
RESERVACIONES LLENAS
Indicó que las ganas de vacacionar en crucero ya se están reflejando en algunas navieras que tienen reservaciones llenas, aunque aún no pueden operar debido a que deben de cumplir con una serie de protocolos que implican tiempo, organización y recursos.
Detalló que la autoridad sanitaria de Estados Unidos ha dado autorización a las navieras para navegar, pero condicionada a la aplicación de una serie de protocolos tanto en el interior del barco como fuera de él y además que sean comprobables.
Explicó que estos protocolos ya han sido terminados y están capacitando a la tripulación para su operación, y que posteriormente vendrán los viajes para aplicar los programas y demostrar la eficiencia de los protocolos.
Con todo y lo anterior, aceptó que la aplicación de los protocolos en los destinos de arribo serán muy complicados, particularmente en sitios como La Paz, Los Cabos y el resto de los puertos mexicanos, a diferencia de otros como los del Caribe en donde son islas donde se pueden poner en marcha cercos o burbujas sanitarias.
Por lo pronto, dijo, las navieras enfrentan tiempos de vacas flacas; no hay aún navieras quebradas pero algunas se han visto en la necesidad de vender sus barcos más viejos para recuperar liquidez y hacer frente a sus compromisos, dijo finalmente Mussi Ganem.
CRUCEROS, LOS MÁS AFECTADOS
Y es que el turismo de cruceros ha sido uno de los segmentos más afectados de la llamada industria sin chimeneas, con un colapso casi total desde principios del 2020 derivado del temor a contraer el virus a bordo y quedarse varado en el mar, ante la negativa que por varios meses impusieron los puertos al atraque de buques con pasajeros sospechosos de Covid-19.
Esta crisis, que inició en febrero del 2020 con el barco Westerdamal que por la sospecha de llevar a bordo el virus se le negó el desembarque en 5 países hasta que finalmente logró atracar en Camboya, generó efectos en prácticamente todo el mundo, lo que generó que las navieras mantuvieran sus barcos navegando durante varios meses con sus tripulantes a bordo, hasta que poco a poco lograron un paulatino desembarque para enviar vía aérea al personal a sus países de origen.
BUQUES FANTASMA
Baja California Sur no fue la excepción, también aquí se les negó la entrada; varios buques permanecieron durante semanas fondeados en la Bahía de La Paz o frente a Cabo San Lucas sin autorización para bajar a tierra, y a principios de abril un tripulante del buque Ossterdam con problemas respiratorios fue bajado para ser atendido en un hospital privado; otros dos bajaron en La Paz aunque con distintos problemas de salud, y en ambos casos estos hechos causaron temor entre la población local.
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