La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- Baja California Sur produce cada año aproximadamente mil toneladas de sargazo Gelidium, con dos cooperativas y una empresa privada que cuentan con concesión para explotar este recurso en la Zona Pacífico Norte.

Los pescadores deben de bucear varias brazas para cortar esta planta marina sin utilizar ningún cuchillo o navaja debido a que el metal afecta de manera grave su rebrote, de tal manera que en el proceso solo se deben utilizar las manos.

Una vez en la playa, el sargazo se pone a secar al sol y posteriormente se traslada hasta Ensenada en donde una empresa de origen español lo procesa hasta convertirlo en polvo; primero se pone a cocer en grandes depósitos con agua caliente de donde se extrae el líquido convertido en una sustancia gelatinosa, misma que se deshidrata hasta obtener una especie de hojuela que se muele hasta que se convierte en polvo, producto final que se envía a diversos destinos de Europa en donde tiene varios usos.

El polvo del sargazo se utiliza en la industria cosmética, en productos alimenticios, conservadores, medicinas, gelatinas y tratamiento de suelos agrícolas, entre otros.

La actividad es complementaria a la captura de especies como langosta, abulón caracol y escamas que se explotan desde Bahía Asunción hasta Isla de Cedros, y aunque no resulta tan rentable, es complementaria a las pesquerías antes citadas, particularmente durante los periodos de veda.

Generalmente la explotación de sargazo se realiza de marzo a septiembre, aunque no tiene veda, pero sí un manejo controlado que le asegure su sana recuperación, debido a que es alimento de varias especies de moluscos y refugio para escamas.

Cada plata mide aproximadamente un metro, las de mayor calidad son los de color oscuro y se pagan a un mejor precio.

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Este sargazo es distinto al que flota en el mar de nombre Macrocystis y que hasta hace algunos años se explotaba solo en Ensenada para utilizarse en las comidas asiáticas y más recientemente como alimento para las granjas de abulón.

Ambos zargasos son abundantes en el litoral del Pacífico de Baja California Sur, con mayor presencia en la Zona Pacífico Norte; el Gelidium, de no más de un metro de altura y pegado en los fondos rocosos y el Macrocystis que se encuentra flotando en el mar con gigantescos bosques marinos cubriendo cientos de kilómetros y con una longitud de hasta más de 15 metros.