La Paz, Baja California Sur.- Hace un par de años la marihuana era tan criminalizada y concebida como un problema que hasta dividía familias o las personas eran anexadas por ese motivo, sin embargo cada vez estamos más cerca de su completa legalización en cuanto a uso, siembra y distribución, por lo pronto, su uso medicinal parece ser cada vez más aceptado y usado por las personas.
ABANDONO
A pesar de esto, Víctor Guadarrama, quien es maestro en ciencias sociales, externa su preocupación debido a que esta apertura a la marihuana o a algunos componentes de ella se debe principalmente a un interés económico, es decir “la intoxicación con fines medicinales es perfectamente razonable”, sin embargo la intoxicación voluntaria actualmente es penada y se traduce en un “abandono de la sociedad” hacia los consumidores.
Víctor Guadarrama menciona que en cuanto a la marihuana “se está normalizado su consumo para una lógica farmacológica que no difiere en nada de los antidepresivos y los complementos nutricionales”, y hay una industria cannábica que está impulsando todas las posibilidades comerciales de esta planta.
Sin embargo, lo que Víctor propone es impulsar el movimiento cannábico que busca transformar la categoría de consumidor que es señalado como adicto, “a una categoría jurídica sujeta de derechos; a una subjetividad saludable y positiva” que busca desmantelar la idea de que los consumidores de marihuana son enemigos, “que somos un riesgo para la integridad física y psicológica de la comunidad”.
Ante este panorama, un club cannábico “puede ser un espacio donde podemos experimentar con formas de organización comunitaria, de intervención en la comunidad, de expresión artística con subjetividades que vengan de la experiencia cannábica colectiva, hecha desde la marihuana y no sobre la marihuana”.