La Paz, Baja California Sur.- Este martes, la colonia 8 de Octubre cumple 48 años de existencia, luego de ser fundada una semana después del paso del huracán Liza en el año 1976 para beneficio de personas damnificadas.
Su nombre es honor a la fecha del que en ese entonces era el segundo aniversario de la conversión de Baja California Sur de territorio a estado.
Luis Domínguez Bareño, secretario de la asociación civil Californios Amigos de la Historia y los Estudios Locales (CAHEL), relató que la fundación de esta colonia estuvo marcada por el evento trágico que dejó damnificados.
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El 30 de septiembre de ese año, el huracán de categoría 4 azotó al municipio, provocando lluvias torrenciales históricas que dejaron una huella imborrable en la ciudad.
Desde la Sierra de las Cacachilas, al este de la mancha urbana, se registraron precipitaciones superiores a los 500 milímetros, que desencadenaron la ruptura del arroyo El Cajoncito.
"La inundación cubrió gran parte de la ciudad, dejando oficialmente 600 muertos, aunque algunos sostienen que el número real de decesos fue mucho mayor".
La creación de la colonia fue una respuesta inmediata a la crisis de vivienda que dejó el ciclón, que ocasionó que cerca de 12,000 personas quedaran sin hogar tras las inundaciones, muchas de ellas recién llegadas del centro del país, atraídas por el crecimiento turístico de la península.
El presidente en esa época, Luis Echeverría Álvarez, movilizó a ingenieros del Instituto Nacional para el Desarrollo de la Comunidad Rural y Vivienda Popular (INDECO), quienes diseñaron un plan para la nueva colonia.
“Las casas iniciales fueron improvisadas con materiales enviados desde Estados Unidos, muchas de ellas hechas de cartón; sin embargo, el gobierno federal invirtió más de 500 millones de pesos para comenzar a cimentar pisos y columnas de concreto, permitiendo que las familias pudieran habitar sus viviendas de forma más permanente en apenas seis o siete meses”.
¿Cómo se divide la colonia 8 de Octubre?
La colonia 8 de Octubre se estableció en dos secciones, divididas por el arroyo El Cajoncito, el cual fue encauzado tras la tragedia. Además, señaló que tanto la primera como la segunda sección se crearon de forma simultánea, pero debido a la separación natural del cauce, la administración estatal decidió asignar tales denominaciones.
"A partir de entonces, se les conoció como Primera y Segunda Sección, separadas también por la calzada Forjadores de Sudcalifornia, una vía que conecta La Paz con Los Cabos y que fue pavimentada hasta 1985 durante el gobierno de Alberto Alvarado Arámburo".
El legado del huracán Liza
El impacto del huracán Liza no sólo cambió la geografía de La Paz, sino que transformó la vida de miles de personas. La colonia 8 de Octubre sigue siendo un recordatorio de la tragedia que obligó a muchas familias a empezar de nuevo.
“Las viviendas que se construyeron en esa época aún muestran signos de la urgencia con la que fueron levantadas. Muchas casas están hechas con materiales diversos, algunas vigas son de metal, y muchas de las cubiertas son de láminas en lugar de concreto”.
A pesar de las dificultades, indicó, la comunidad logró consolidarse rápidamente. Los residentes no solo recibieron el apoyo del gobierno en cuanto a infraestructura, sino que también se les encargó la producción de los materiales para sus propios hogares.
“Ellos mismos fabricaron los ladrillos y las paredes de sus casas con los insumos proporcionados, lo que les dio una sensación de pertenencia y orgullo por el esfuerzo conjunto”.
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Una colonia con historia y presente
Hoy en día la colonia 8 de Octubre se ha convertido en un barrio con una población que sigue recordando y valorando sus raíces, aunque algunas casas conservan las estructuras originales, la mayoría de los residentes lograron mejorar sus viviendas con el tiempo.
No obstante, la memoria de cómo surgió este lugar sigue siendo un motivo de orgullo para quienes han vivido allí desde sus primeros días.
“La historia de la colonia es un reflejo de la capacidad de la gente para sobreponerse a las adversidades y construir un futuro mejor. Cumplir 48 años de existencia es un logro que no debemos dejar de celebrar”, concluyó Domínguez Bareño.