/ lunes 15 de julio de 2024

Reclama senadora el golfo de California

En 2019, la senadora morenista por Baja California Sur, Lucía Trasviña Waldenrath, presentó la iniciativa

La Paz, Baja California Sur.- El golfo de California no es completamente mexicano, aclaró en 2019 la senadora morenista por Baja California Sur, Lucía Trasviña Waldenrath, quien busca formalizar la nacionalización.

Lee: Isla Espíritu Santo, una joya para el mundo [Galería]

La parlamentaria presentó una iniciativa en la Cámara Alta para que la propiedad de este mar interior, calificado como el Acuario del Mundo, quede plasmada de forma explícita en los artículos 27, 42 y 48 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La senadora de Morena anunció que insistirá en la iniciativa que presentó hace cinco años, porque con ella “podremos tener una mayor vigilancia, un mayor cuidado para que no vengan embarcaciones extranjeras a depredar nuestros recursos marinos en este santuario que es nuestro golfo de California”.

Lucía Trasviña mencionó que el proceso de nacionalización tiene que traspasar las fronteras. Foto:

INTERNACIONAL

Aunque para algunos especialistas en derecho marítimo, las razones históricas y la legislación internacional legitiman el golfo de California como territorio mexicano, Lucía Trasviña aseveró que la parte central de este cuerpo de agua está catalogada como internacional, por lo que es importante que se especifique en la Constitución del país que toda su superficie pertenece a México.

Para presentar su propuesta, dijo, se apoyó en estudios de expertos y catedráticos de la Secretaría de Marina (SEMAR) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por lo que es factible que proceda y se hagan las adiciones correspondientes a los artículos citados.

Mencionó que el proceso de nacionalización tiene que traspasar las fronteras, pues además de contar con la aprobación de las cámaras de diputados y de senadores, como parte del protocolo se debe llevar esta determinación a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde se tienen que presentar pruebas y argumentos para su reconocimiento internacional.

INICIATIVA

“Como mexicanos hoy en día estamos conscientes de las entidades federativas que comprenden a la República Mexicana en su conjunto, del mismo modo sabemos que colindamos tanto con el golfo de México, como con el océano Pacífico, igualmente pensamos que el golfo de California, implícitamente es parte de nuestro territorio. Pero desgraciadamente, quiero decirles que no es así, hoy, lamentablemente a pesar de los años que tenemos como República constituida, jamás hemos sido capaces de reconocer o de reclamar la propiedad del golfo de California”, expone Lucía Trasviña en su iniciativa.

“Históricamente, dentro las Constituciones de nuestra nación independiente, a partir de la promulgación de la Carta Magna en 1824, 1857 y la vigente que data de 1917, jamás hemos incluido al golfo de California dentro de nuestros límites territoriales”.

“Inexplicablemente, el único gobernante que sí se preocupó por anexar el golfo de California a nuestra soberanía, fue el emperador Maximiliano de Habsburgo, cuando se enteró que la Concesión Leese estaba en tratos con la finalidad de vender la península de Baja California a los Estados Unidos, por lo que tuvo a bien el emitir un estatuto que nunca tuvo el reconocimiento oficial por parte de los Estados Unidos”.

Precisa que en marzo de 1864, se otorgó dicha concesión a un grupo de ciudadanos estadounidenses representados por el señor Jacobo Leese, donde por medio de un contrato se les facultaba para colonizar terrenos baldíos de la península de Baja California. Dicho tratado comprendía el establecimiento de una colonia estadounidense, donde los residentes podrían organizar sus propias elecciones.

Añade la senadora que en la lucha por reclamar el golfo de California hay suficientes precedentes, de los diputados Salvador Rosas Magallón, en 1965; Marco Antonio Peyrot Solís en 2008; Roberto A. Cañedo Jiménez en 2018; y del senador Pedro Macías de Lara en 2000, pero todos esos intentos no prosperaron.

Advierte que desde la época del presidente Luis Echeverría Álvarez, todo intento del gobierno mexicano por declarar aguas territoriales al Golfo de California ha sufrido un revés de las políticas norteamericanas que, de acuerdo con archivos históricos, intentaron comprar a México en el periodo del presidente Benito Juárez.

Aunque no se concretó la venta, desde mediados del siglo XIX, Estados Unidos obtuvo el “derecho de vía” por todo el Mar de Cortés, y actualmente es considerado como “aguas internacionales”.

En 1975, el presidente Luis Echeverría, logró que la Cámara de Diputados aprobara modificaciones al artículo 27 de la Constitución, la cual hasta ahora no consigna al Golfo de California como territorio soberano, por lo que solo se decretó la Zona Económica Exclusiva, que abarca 200 millas náuticas mar adentro desde el litoral del país, pero solo para explotación de sus recursos marítimos.

La iniciativa de Lucía Trasviña destaca que el golfo de California es un mar de sorprendente belleza ubicado entre la península de Baja California y la parte continental de México. Los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa tienen costas en este mar.

Resalta sus ciudades con playas y sus 300 estuarios y humedales que albergan una rica comunidad de especies animales y vegetales.

El Golfo de California es considerado uno de los mares con mayor biodiversidad en el planeta, y es, por ejemplo, el hogar de más de 5,000 especies de macroinvertebrados; también es un paraíso para los observadores de aves y un área importante tanto para la migración de aves, cría y refugio, describe el documento.

Apunta que el mar de Cortés ha sido descrito como "ferozmente lleno de vida", por el escritor estadunidense John Steinbeck, y como El Acuario del Mundo por el naturalista francés Jacques-Yves Cousteau, lo que deja muy en claro lo diversa que es la vida en la zona.

Haciendo hincapié en esta importancia, la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera, ya que es una de las de mayor diversidad biológica en ambientes marinos del mundo.

De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente, el golfo de California tiene mil 126 kilómetros de largo y de 48 a 241 kilómetros de ancho. En su parte más alta se encuentra la desembocadura del río Colorado.

En voz kiliwa este golfo se llamaba Ja’Tay Enoom (Mar del Oriente) y en lengua seri, Xepe. En 1539, al llegar a la región, Hernán Cortés lo nombró Golfo de California al pensar que la península era una isla, y el explorador Francisco de Ulloa, que confundió al mar con un estrecho, lo denominó Mar de Cortés, pero también Mar Bermejo por la tonalidad rojiza que el plancton da a sus aguas.

El golfo de California contiene 145 mil kilómetros cúbicos de aguas color azul profundo y menos saladas que otros mares tropicales, ligeramente cálidas que oscilan entre 9 y 24 grados centígrados. Sus mareas alcanzan hasta 9 metros de altura.

Posee un archipiélago de 922 islas de portentosa biodiversidad, aunque la mayoría está deshabitada. Las mayores son Tiburón y Ángel de la Guarda.

Alberga 900 especies de peces, el 90% endémicas: entre tiburones, sardinas, bonitos, totoaba y otros; el 39% de los mamíferos marinos del mundo, como las ballenas jorobada, gris y azul, y 4, 500 especies de invertebrados marinos, así como crustáceos y moluscos.

Es hábitat para más de 181 especies de aves marinas y las tortugas marinas: laúd, verde, caguama, carey, olivácea y prieta.

Su flora marina incluye la de arrecifes de coral, plancton y 62 especies de algas microscópicas y 626 macroalgas; la continental, 695 especies de plantas vasculares, y abarca tanto vegetación del desierto como manglares.

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En las islas hay cactus, reptiles, mamilarias, liebres negras, biznagas, golondrinas, iguanas, lagartijas, serpientes, víboras de cascabel, ratones, garzas, gavilanes, pelícanos, entre otras especies.

En 2005, la UNESCO inscribió a las Islas y Áreas Naturales Protegidas del Golfo de California como Patrimonio Mundial Natural de la Humanidad, ya que constituyen un ejemplo mundial donde los principales procesos oceanográficos transcurren en medio de una impresionante belleza.

El mar de Cortés incluye de forma parcial o completa nueve áreas naturales protegidas: las reservas de la Biósfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, Isla San Pedro Mártir, El Vizcaíno e Islas Marías; los parques nacionales Bahía de Loreto, Cabo Pulmo e Isla Isabel, y las áreas de Protección de Flora y Fauna Islas del Golfo de California y Cabo San Lucas.

La Paz, Baja California Sur.- El golfo de California no es completamente mexicano, aclaró en 2019 la senadora morenista por Baja California Sur, Lucía Trasviña Waldenrath, quien busca formalizar la nacionalización.

Lee: Isla Espíritu Santo, una joya para el mundo [Galería]

La parlamentaria presentó una iniciativa en la Cámara Alta para que la propiedad de este mar interior, calificado como el Acuario del Mundo, quede plasmada de forma explícita en los artículos 27, 42 y 48 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La senadora de Morena anunció que insistirá en la iniciativa que presentó hace cinco años, porque con ella “podremos tener una mayor vigilancia, un mayor cuidado para que no vengan embarcaciones extranjeras a depredar nuestros recursos marinos en este santuario que es nuestro golfo de California”.

Lucía Trasviña mencionó que el proceso de nacionalización tiene que traspasar las fronteras. Foto:

INTERNACIONAL

Aunque para algunos especialistas en derecho marítimo, las razones históricas y la legislación internacional legitiman el golfo de California como territorio mexicano, Lucía Trasviña aseveró que la parte central de este cuerpo de agua está catalogada como internacional, por lo que es importante que se especifique en la Constitución del país que toda su superficie pertenece a México.

Para presentar su propuesta, dijo, se apoyó en estudios de expertos y catedráticos de la Secretaría de Marina (SEMAR) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por lo que es factible que proceda y se hagan las adiciones correspondientes a los artículos citados.

Mencionó que el proceso de nacionalización tiene que traspasar las fronteras, pues además de contar con la aprobación de las cámaras de diputados y de senadores, como parte del protocolo se debe llevar esta determinación a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde se tienen que presentar pruebas y argumentos para su reconocimiento internacional.

INICIATIVA

“Como mexicanos hoy en día estamos conscientes de las entidades federativas que comprenden a la República Mexicana en su conjunto, del mismo modo sabemos que colindamos tanto con el golfo de México, como con el océano Pacífico, igualmente pensamos que el golfo de California, implícitamente es parte de nuestro territorio. Pero desgraciadamente, quiero decirles que no es así, hoy, lamentablemente a pesar de los años que tenemos como República constituida, jamás hemos sido capaces de reconocer o de reclamar la propiedad del golfo de California”, expone Lucía Trasviña en su iniciativa.

“Históricamente, dentro las Constituciones de nuestra nación independiente, a partir de la promulgación de la Carta Magna en 1824, 1857 y la vigente que data de 1917, jamás hemos incluido al golfo de California dentro de nuestros límites territoriales”.

“Inexplicablemente, el único gobernante que sí se preocupó por anexar el golfo de California a nuestra soberanía, fue el emperador Maximiliano de Habsburgo, cuando se enteró que la Concesión Leese estaba en tratos con la finalidad de vender la península de Baja California a los Estados Unidos, por lo que tuvo a bien el emitir un estatuto que nunca tuvo el reconocimiento oficial por parte de los Estados Unidos”.

Precisa que en marzo de 1864, se otorgó dicha concesión a un grupo de ciudadanos estadounidenses representados por el señor Jacobo Leese, donde por medio de un contrato se les facultaba para colonizar terrenos baldíos de la península de Baja California. Dicho tratado comprendía el establecimiento de una colonia estadounidense, donde los residentes podrían organizar sus propias elecciones.

Añade la senadora que en la lucha por reclamar el golfo de California hay suficientes precedentes, de los diputados Salvador Rosas Magallón, en 1965; Marco Antonio Peyrot Solís en 2008; Roberto A. Cañedo Jiménez en 2018; y del senador Pedro Macías de Lara en 2000, pero todos esos intentos no prosperaron.

Advierte que desde la época del presidente Luis Echeverría Álvarez, todo intento del gobierno mexicano por declarar aguas territoriales al Golfo de California ha sufrido un revés de las políticas norteamericanas que, de acuerdo con archivos históricos, intentaron comprar a México en el periodo del presidente Benito Juárez.

Aunque no se concretó la venta, desde mediados del siglo XIX, Estados Unidos obtuvo el “derecho de vía” por todo el Mar de Cortés, y actualmente es considerado como “aguas internacionales”.

En 1975, el presidente Luis Echeverría, logró que la Cámara de Diputados aprobara modificaciones al artículo 27 de la Constitución, la cual hasta ahora no consigna al Golfo de California como territorio soberano, por lo que solo se decretó la Zona Económica Exclusiva, que abarca 200 millas náuticas mar adentro desde el litoral del país, pero solo para explotación de sus recursos marítimos.

La iniciativa de Lucía Trasviña destaca que el golfo de California es un mar de sorprendente belleza ubicado entre la península de Baja California y la parte continental de México. Los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa tienen costas en este mar.

Resalta sus ciudades con playas y sus 300 estuarios y humedales que albergan una rica comunidad de especies animales y vegetales.

El Golfo de California es considerado uno de los mares con mayor biodiversidad en el planeta, y es, por ejemplo, el hogar de más de 5,000 especies de macroinvertebrados; también es un paraíso para los observadores de aves y un área importante tanto para la migración de aves, cría y refugio, describe el documento.

Apunta que el mar de Cortés ha sido descrito como "ferozmente lleno de vida", por el escritor estadunidense John Steinbeck, y como El Acuario del Mundo por el naturalista francés Jacques-Yves Cousteau, lo que deja muy en claro lo diversa que es la vida en la zona.

Haciendo hincapié en esta importancia, la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera, ya que es una de las de mayor diversidad biológica en ambientes marinos del mundo.

De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente, el golfo de California tiene mil 126 kilómetros de largo y de 48 a 241 kilómetros de ancho. En su parte más alta se encuentra la desembocadura del río Colorado.

En voz kiliwa este golfo se llamaba Ja’Tay Enoom (Mar del Oriente) y en lengua seri, Xepe. En 1539, al llegar a la región, Hernán Cortés lo nombró Golfo de California al pensar que la península era una isla, y el explorador Francisco de Ulloa, que confundió al mar con un estrecho, lo denominó Mar de Cortés, pero también Mar Bermejo por la tonalidad rojiza que el plancton da a sus aguas.

El golfo de California contiene 145 mil kilómetros cúbicos de aguas color azul profundo y menos saladas que otros mares tropicales, ligeramente cálidas que oscilan entre 9 y 24 grados centígrados. Sus mareas alcanzan hasta 9 metros de altura.

Posee un archipiélago de 922 islas de portentosa biodiversidad, aunque la mayoría está deshabitada. Las mayores son Tiburón y Ángel de la Guarda.

Alberga 900 especies de peces, el 90% endémicas: entre tiburones, sardinas, bonitos, totoaba y otros; el 39% de los mamíferos marinos del mundo, como las ballenas jorobada, gris y azul, y 4, 500 especies de invertebrados marinos, así como crustáceos y moluscos.

Es hábitat para más de 181 especies de aves marinas y las tortugas marinas: laúd, verde, caguama, carey, olivácea y prieta.

Su flora marina incluye la de arrecifes de coral, plancton y 62 especies de algas microscópicas y 626 macroalgas; la continental, 695 especies de plantas vasculares, y abarca tanto vegetación del desierto como manglares.

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En las islas hay cactus, reptiles, mamilarias, liebres negras, biznagas, golondrinas, iguanas, lagartijas, serpientes, víboras de cascabel, ratones, garzas, gavilanes, pelícanos, entre otras especies.

En 2005, la UNESCO inscribió a las Islas y Áreas Naturales Protegidas del Golfo de California como Patrimonio Mundial Natural de la Humanidad, ya que constituyen un ejemplo mundial donde los principales procesos oceanográficos transcurren en medio de una impresionante belleza.

El mar de Cortés incluye de forma parcial o completa nueve áreas naturales protegidas: las reservas de la Biósfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, Isla San Pedro Mártir, El Vizcaíno e Islas Marías; los parques nacionales Bahía de Loreto, Cabo Pulmo e Isla Isabel, y las áreas de Protección de Flora y Fauna Islas del Golfo de California y Cabo San Lucas.

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