Esta Navidad, como en los últimos años, ‘Santa’ está en apuros, pues en poco tiempo, los niños pasaron de pedir trompos, muñecos y canicas de regalo, a juguetes milenarios que incluyen consola y videojuegos en línea, si es que no piensan antes en un celular, con el que puedan hacer múltiples descargas de juegos en Google Drive.

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Los padres más jóvenes aún se recuerdan a sí mismos haciendo sus cartitas a ‘papa Noé’, pidiendo una tortuga ninja, un transformer’s, o un pokemon mientras los menos jóvenes -pero no por eso menos joviales- se recuerdan alegres con su bolsa llena de cacahuates con naranjas, mandarinas y nueces, algún carrito de madera o un balero, así como algunas muñecas de cerámica o de trapo.

Muchos padres, seguro hoy se preguntan si Steve Jobs sabía lo que significaría para ‘Santa Claus’ lanzar al mercado en 2010 la primera tableta de total éxito comercial, probablemente sí, y es que ahora, como padres y abuelos consentidores en algunos casos, no saben si de la sorpresa pasar al llanto o a la risa, considerando el gasto que se hace en dispositivos electrónicos para los pequeños.

Los juguetes de hoy

Mediante un sondeo, padres de familia confirman que un iphone, un Xbox One S, Nintendo, PS4 Pro, son algunos de los artículos que predominan en las cartas navideñas, los cuales rondan entre los 9 a 12 mil pesos, en caso de que incluyan un juego.

En el caso particular de las niñas, la opinión general señala que la publicidad glamurosa que acompaña a las Barbie’s o a las muñecas de otras marcas, influye en el deseo de las pequeñas, al grado a veces, de robarles parte de su inocencia, pues sin haber entrado aún a la etapa de adolescencia, se preocupan demasiado por su imagen; si se ven gordas o no.

A todo esto hay que sumarle, los gastos de la cena navideña, la de año nuevo, los tamalitos con champurrado en la calle, y el regalo de la suegra, por nombrar, algunos gastos.

Esto dicen los que saben:

Los expertos aseguran que ahorrar con tiempo es importante, y procurar descuentos es primordial, pero que no siempre es posible darles a los hijos regalos tan costosos, que nosotros como adultos debemos estimar que etapa es la indicada para que el niño pueda ir teniendo regalos que requieren mayor responsabilidad, tanto en el cuidado del mismo, como en el uso.