La Paz, Baja California Sur.- Pescadores de Bahía Magdalena están a la espera de los resultados de la evaluación de almeja generosa, una de las pesquerías más rentables de esa región, ubicada en las costas del Pacífico comundeño, y que comprende desde Puerto Cortés hasta el sur de Puerto López Mateos.
Según el líder pesquero, Humberto Arias, la almeja da la talla y el peso ideal, por lo que consideró que en breve se estará aprobando el inicio de la temporada, toda vez que las condiciones de temperatura están favoreciendo la reproducción y el desarrollo del bivalvo.
DERRAMA
Recordó que en el año 2018 se aprobaron mil 500 kilos para cada una de las 166 embarcaciones, para un total estimado de captura de casi 250 toneladas, cada kilo, vendido a un precio promedio de 300 pesos, lo que habría generado una derrama económica de alrededor de 74 millones de pesos, colocando a este pesquería como una de las más lucrativas de la zona.
Entre tanto, sigue detenida la pesquería de almeja Catarina, debido a problemas de mercado, una vez que los compradores registran importantes cantidades de inventarios en sus bodegas.
La captura se detuvo el pasado 20 de mayo, luego de sólo 20 días de haber iniciado, con precios en playa de entre 90 y 110 pesos el kilo.
En una carta que circuló entre pescadores y que fue enviada por uno de los comercializadores, el empresario les manifiesta que el mercado sigue sin mucho movimiento, y confía en que habrá de mover producto durante las festividades del 4 de julio en Estados Unidos, país al que se destina la mayor parte de este producto.
La captura de almeja catarina y generosa genera en Bahía Magdalena miles de fuentes de trabajo en un proceso que inicia con la extracción del bivalvo por parte de más de 150 buzos, productos que son llevados al puerto, en donde se empacan para su venta o -en el caso del callo- se desconcha en locales habilitados para este trabajo, en donde se da empleo a miles de trabajadores de Puerto San Carlos y de comunidades aledañas.
Aunque no hay cifras oficiales, fuentes de El Sudcaliforniano señalan que cada temporada se descompensan o intoxican en promedio 80 buzos, que deben ser llevados a las cámaras hiperbáricas.