Esperábamos más, sin duda, del mensaje a la nación por parte del Presidente de todos los mexicanos y mexicanas, y esperamos que, por el bien de México, se ponga a trabajar
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Luego de su Segundo Informe, ya nadie tiene dudas: “el Presidente se convirtió en el principal responsable del naufragio”, señaló el dirigente del Partido Acción Nacional en Baja California Sur, Carlos Rochín Álvarez, quien indicó que todos los rubros de su breve informe, se caracterizaron por la falta de autocrítica, datos a modo y mentiras.
No se vale, dijo el panista, que un presidente oculte información, que no le diga la verdad a la gente ni que insista en maquillar la realidad, para hacer creer que su gobierno ha dado los resultados que la ciudadanía esperaba. “La gente sabe comprender cuando las cosas no van bien, acepta las malas noticias y se solidariza con las soluciones, por duras que éstas sean, pero lo que no tolera es la mentira”, recalcó.
Se equivoca el Presidente, dijo Rochín Alvarez, cuando afirma que su gobierno no será recordado por corrupto, pues es precisamente la corrupción el sello que le ha dado a su administración como la gran promesa que no pudo cumplir, al guardar silencio frente al dinero que su hermano Pío “recaudó” para Morena; al solapar las compraventas sin licitación alguna como la nueva norma del gobierno; al no investigar la compra de medicinas y los negocios de los familiares del director del Instituto Mexicano del Seguro Social; al mantener a Manuel Bartlett en la CFE y los negocios de su parentela; al tener una secretaria de la Función Pública con más riqueza de la que puede explicar.
Presume el Presidente tener un gobierno austero, “pero confunde austeridad con un gasto ineficiente del gobierno”, abundó el líder panista. Por ejemplo: de nada sirve a los mexicanos que el Presidente viaje en avión comercial, si los hospitales del ISSSTE siguen sin medicinas.
Es insensible ante la situación de miles de empresas, chicas, medianas y grandes en el país que no han encontrado apoyo en el gobierno federal para lograr su subsistencia. ¿Qué le dice a los 12 millones de mexicanos que se han quedado sin empleo?, cuestionó Rochín Álvarez.
El Presidente de la República es incapaz de reconocer la realidad que atraviesa el país. Él insiste en mantener al país como sus propios sueños de grandeza le indican, sin contrapeso alguno, como autoritario que es y que quedó de manifiesto al reclamar la ausencia en su informe del Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del propio Fiscal General de la República. “Gozan de la arrogancia de la libertad”, que sonó más a una amenaza velada que a un elogio por su independencia.
Otro signo de insensibilidad en el informe es el anuncio que hace el Presidente, como si fuese un logro del gobierno, del aumento en las remesas, cuando éstas son fruto del trabajo mexicanos y mexicanas que no encontraron las oportunidades de trabajo en nuestro país y tuvieron que salir a un país extranjero a buscar el sustento para la familia que se quedó en México.
Es claro que el Presidente sigue inmerso en una interminable campaña electoral, que insiste en confrontar a la sociedad con un lenguaje excluyente, en donde los que no están de acuerdo con las políticas de su gobierno son considerados enemigos de la nación.(