Cooperativistas de Bahía Magdalena amenazaron con tomar oficinas gubernamentales en protesta por el desorden en el sector pesquero que priva en Bahía Magdalena, en donde a causa de la pesca ilegal se truncó la captura de almeja catarina, que en esta ocasión fue de particular abundancia.
Con un recorte de 5 días a la fecha acordada, el principal comprador de callo de almeja en San Carlos decidió dejar de recibir producto, debido a la saturación del mercado, una vez que la extracción en este periodo fue mucho más alto que el proyectado, en virtud de que no sólo trabajaron las 360 pangas autorizadas por la Conapesca, sino 150 pangas más de pescadores sin permiso.
Esta sobreproducción también afectó el precio de callo, que se desplomó hasta los 90 pesos el kilo, contra los 140 de 2018; el programa de acopio del comercializador contemplaba la compra de 17 contenedores en 15 días, sin embargo, llegó a los 30 en sólo una semana, saturando con ello el mercado de Estados Unidos, que es a donde se va la mayor parte del callo.
Fuentes de El Sudcaliforniano que pidieron el anonimato por temor a represalias, denunciaron que no hay autoridad en el mar y que en esta pesquería no sólo trabajaron los que por años han pagado permisos y evaluaciones, sino más de 150 pangas venidas de Mulegé, Guerrero Negro, Sonora, Sinaloa y del propio San Carlos, que no contaban con permisos.
En la primera etapa de esta pesquería del pasado mes de junio se capturaron 412 toneladas, y en la que concluye hoy se autorizaron 312, aunque en los hechos este volumen fue rebasado por mucho a causa de la pesca ilegal.
Los cooperativistas tienen expectativas de que en noviembre próximo se abra un nuevo periodo de captura, aprovechando algunas semanas antes de que entre en vigor la veda que inicia el 15 de diciembre, aunque esto dependerá de las condiciones del mercado.
Lo más seguro es que los pescadores furtivos sigan sacando producto, aunque en virtud de que no hay comprador, lo tendrían que vender por las redes sociales o casa por casa, no obstante, estas previsiones podrían desplomarse en caso de que el guaterismo siga operando, tal y como lo hace ahora, al amparo y con la complacencia de las autoridades, según señalaron los denunciantes.
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