La Paz, Baja California Sur, (OEM-Informex).- La formación de un fenómeno hidrometeorológico, y su acercamiento hacia las costas de la península de Baja California Sur, alerta a los habitantes de los municipios más cercanos al Mar de Cortés, los cuales ya tienen registrado en su memoria antecedentes como Odile y Liza, por lo que, al recibir información la población toma sus precauciones y realiza las conocidas “compras de pánico”, abarrotando supermercados.
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Sin embargo, en esta ocasión es tiempo de que los habitantes de la entidad demuestren su experiencia en el paso de estos fenómenos ya que se atraviesa por una pandemia sanitaria, la cual ha cobrado vidas y no se pueden relajar las medidas de precaución.
En estos momentos el huracán Genevieve categoría III en la escala de Saffir-Simpson, se aproxima al sur de la península de Baja California Sur, manteniendo un desplazamiento paralelo a las costas mexicanas, por lo que favorecerán la presencia de lluvias torrenciales.
El Sistema Meteorológico recomendó a la población extremar precauciones y atender las recomendaciones emitidas por las autoridades del Sistema de Protección Civil de cada entidad y no alarmarse por información que provenga de fuentes no seguras.
Una de las cosas que más se teme en vísperas de la llegada de un huracán, es la escasez de agua potable, producido por una sobre demanda o simplemente por el cierre de las purificadoras debido a la condición climática, por eso, de manera preventiva los sudcalifornianos acuden a abastecerse de este recurso vital que, además de beberse, en situaciones cuando incluso, el fenómeno provoca que se corte el suministro de agua potable, es el agua purificada la que ayuda a estos a poder continuar con las actividades prioritarias en las casas.
Muchas personas acuden con todos sus garrafones a las purificadoras, que pueden ir desde los dos y hasta los 7 garrafones en el caso de hogares donde viven gran número de personas.
Mientras tanto los supermercados permanecen llenos, incluso algunos no están respetando el aforo permitido del 30% de capacidad debido a la emergencia sanitaria por el virus del Covid-19, ya que entre las necesidades prioritarias de los ciudadanos está el abastecimiento de alimentos, principalmente de aquellos productos que forman parte de la canasta básica y que son no perecederos.
Sin embargo, también dentro de los carritos de mandado se puede observar el café, las galletas, los materiales para hacer tortillas de harina, chimangos, machaca, que son propios de los sudcalifornianos en días como estos y por supuesto el pan dulce y el bolillo.
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