La Paz, B.C.S. (OEM-Informex).- En Baja California Sur, la Navidad como tradición poco a poco se empezó a introducir en la sociedad, sin embargo, a diferencia del día de muertos, la Navidad tiene registros de celebraciones más antiguas en los que se empezaron a llevar a cabo diversos actos institucionales para realizar festejos por estas fechas, mientras que también empezaron las acciones por parte de particulares entre las que predominaba comprar y regalar obsequios.
El día 23 de diciembre de 1835 es el primer registro de esto, en el que Antonio Belloc informa a Miguel Martínez, quien era jefe político de Baja California, sobre la concesión de un permiso por 5 días para que se celebren fiestas y juegos con motivo de la Navidad, esto de acuerdo con Gilberto Manuel Ortega Avilés, quien es licenciado en filosofía por la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) e investigador de mitos y leyendas, mismo que encontró dicho dato en la documentación que se encuentra resguardada en el Archivo Histórico Pablo L. Martínez.
La primera Navidad propiamente mexicana se registró en 1526, por parte del misionero franciscano Fray Pedro de Gante con los indígenas en México en lo que era antes la Nueva España, tomando este dato, existe una diferencia de más de 300 años entre los inicios de estos festejos en el centro del país, con la celebración de la Navidad en Baja California Sur, probablemente por las lejanía de la península y su gran extensión territorial.
Ortega Avilés, señala que el siguiente registro existente data de 1837, cuando José María Elías González transcribe al comandante principal de Baja California, la comunicación que le dirigió el ministro de Guerra y Marina sobre la disposición del presidente interino de la república para que, la felicitación de la Pascua que daban las autoridades militares el día de los Santos Reyes, se verifique el primer día festivo de la pascua de navidad.
Para 1849, se tiene conocimiento de que no solo en la ciudad capital se realizaban este tipo de festejos a nivel institucional por parte de los militares, sino también en los pueblos y localidades de los alrededores se tenían celebraciones, como es el caso de San Antonio, donde el 5 de diciembre de dicho año, Manuel Mesa solicitó al Jefe Político, una autorización para el remate de la plaza al mejor postor para las fiestas de navidad.
Data de un permiso de 5 días para fiestas y juegos dedicados al nacimiento de Jesús
VACACIONES DECEMBRINAS
El primer registro de vacaciones data de 1920 en La Paz, ya que este quedó registrado en el expediente relativo a los avisos que hace la Dirección de Educación Pública a las escuelas del Distrito Sur, con relación a las vacaciones de navidad, del 23 de diciembre de 1920 al 1 de enero de 1921, lo cual muestra la incorporación de esta festividad a nivel institucional y a las costumbres que ya se realizaban en el resto del país.
Las fiestas decembrinas tradicionalmente son momentos de dar y recibir, acción que podemos observar se realizaba desde los orígenes de este festejo en Baja California Sur, como es el caso del célebre sudcaliforniano y primer historiador de Baja California Sur, Pablo L. Martínez quien se deba a la tarea de repartir obsequios a sus alumnos con este motivo, como lo demuestra el documento fechado el 22 de diciembre de 1922 en Comondú, donde Pablo L. Martínez profesor de la Escuela de Comondú solicita al Gobierno del Distrito Sur $40.00 para brindarles obsequios de navidad a los niños de la escuela a su cargo.
Gilberto Ortega, finalmente, encontró un último documento relevante, en el que Prisciliano Díaz Bonilla, presidente de la Asociación de Maestros y Padres de familia de la Escuela Elemental Número 49, solicita al presidente del Consejo Municipal de La Paz, el permiso para realizar una serie de bailes del cobro de todo impuesto Municipal, con el objetivo de la recaudar de fondos para usarlos en la compra de obsequios de navidad para los alumnos de dicha escuela, esto el 6 de noviembre de 1927 en La Paz.
Por lo que podemos apreciar, en el estado van más de 180 años de festejos navideños donde a pesar de que año con año son diferentes, estos no pierden sus características principales que son la convivencia familiar, la solidaridad, la paz y la gratitud.