De acuerdo con Miguel Ángel Imaz Lamadrid, profesor investigador del Departamento Académico de Pesquerías de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), los humedales costeros son ecosistemas de alto valor ecológico por la biodiversidad que presentan.
Además, señala que son de gran importancia desde un punto de vista socio-cultural por su belleza y como proveedores de diferentes servicios ecosistémicos a las comunidades aledañas.
En dichos sitios, los flujos de agua dulce interactúan con el mar; lo que, en zonas áridas como Baja California Sur, se vuelve de gran relevancia debido a que las precipitaciones son estacionales, variables y menores a la evaporación.
De acuerdo a un estudio que lleva en conjunto con Alejandra Carrasco Alba, alumna de doctorado en el posgrado de Ciencias Marinas y Costeras de la misma universidad, a lo largo de la media península se registra un gran número de humedales costeros, destacando las zonas de Bahía Magdalena, Bahía Concepción, Laguna Ojo de Liebre y Mulegé, en la parte norte; y estero La Rivera, oasis Todos Santos y estero San José del Cabo, en el sur.
Ambos sugieren que además de su importancia ecológica y socio-cultural, los humedales son una barrera natural contra eventos oceanográficos como las mareas de tormenta y tsunamis.
De hecho, diversos estudios han confirmado que la rugosidad que generan los humedales en el terreno, frena el avance de estos fenómenos, reduciendo su fuerza y la extensión del impacto en la zona costera.
Inclusive, citan el caso de científicos de Japón, quienes contemplan como medidas de protección la siembra de bosques costeros para que, en conjunto con bordos y diques, contribuyan a mitigar los efectos de tsunamis y mareas de tormenta en el futuro.
No obstante su relevancia, Imaz Lamadrid señala que particularmente, en la porción sur del estado los principales humedales costeros sufren deterioro debido a la presión que genera el crecimiento poblacional y económico. Esto, agrega, puede derivar en una problemática mayor si no se toman las medidas apropiadas.
“No hay que olvidar que Baja California Sur es uno de los estados que presenta mayor incidencia de ciclones tropicales y que, debido al cambio climático, se espera que éstos sean más frecuentes y más intensos, por lo que las afectaciones por mareas de tormenta pudieran ser más frecuentes en un futuro”, enfatiza el catedrático.
Los universitarios subrayan que un humedal sano representa un atributo paisajístico que, bajo un modelo de aprovechamiento sustentable, puede impactar de manera positiva en la economía local; pero también protege a las poblaciones costeras.
Por ello consideran que más allá de contribuir a su afectación, los habitantes debemos contribuir en la protección y conservación de estos lugares tan característicos de Baja California Sur.