La Paz, Baja California Sur (OEM - Informex).- La falta de control y protección en las poblaciones de perros y gatos en Baja California Sur, es un problema social y de salud pública que históricamente ha sido relegado pues se considera secundario.
La indiferencia a este problema y sus consecuencias se debe sobre todo a la falta de conocimiento de las leyes vigentes por parte de la población y a la falta de acción de los políticos en turno, así como a la escasa concientización sobre los derechos de los animales, así lo expresó el Frente Pro Animal de BCS.
Debido a la nula coordinación en las pasadas administraciones, el estado de BCS no cuenta con una dependencia funcional de Control y Protección Animal que atienda quejas, reportes y llamadas de auxilio. El problema es parcialmente aliviado por equipos independientes de rescate y protección animal conformados y apoyados por la sociedad civil organizada.
La dependencia municipal destinada a la atención canina (CEMAC), ha sido insuficiente e incapaz de controlar la problemática y además de ser de orden público, desde hace más de año y medio no brinda apoyo, ni a la ciudadanía, ni a autoridades como Prevención del Delito (PREDEL), cuya función no es el rescate animal y sin embargo, participa en la medida de sus posibilidades en casos locales de salvamento, pero una vez que el animal es auxiliado, la comandancia no posee los recursos para brindar alimento, atención médica o refugio.
En BCS, no existe un censo de población de perros y gatos, ni domiciliados ni en situación de calle, ni mucho menos estadísticas que ayuden a entender la dimensión del problema, el cual es evidente en distintas zonas de la ciudad, al grado que jaurías y colonias de perros y gatos ferales se han desarrollado aun en los puntos más céntricos de la ciudad. Aunado a lo anterior, las redes sociales a través de innumerables reportes, revelan que el problema crece sin control.
Prueba de ello ha sido el presente verano en que se estima fueron superados los reportes, en relación al año pasado, de perras pariendo a sus cachorros en vías públicas en condiciones de extrema vulnerabilidad e indiferencia. Estas y otros tipo de situaciones dejan a activistas, rescatistas y asociaciones de protección animal extenuados en todos sentidos: anímica, emocional y económicamente, además de exponer su integridad y seguridad física al carecer de equipo y entrenamiento apropiado.
La inexistencia de una dependencia pública que atienda de forma comprometida y eficiente casos de daño y abandono de animales, desvela una política pública sesgada o mal entendida respecto a la prevención y erradicación de toda forma de violencia que incluye el maltrato animal.
Estudios recientes han mostrado la estrecha relación que existe entre la crueldad hacia los animales como predictor de otro tipo de violencia como la de género, el abuso de menores y el narcotráfico. Ignorar y normalizar la violencia contra los animales es pues, un precursor de comportamientos antisociales que perjudican y corrompen a la sociedad Mexicana, por lo tanto, es necesario que las nuevas administraciones entiendan la necesidad de regular, educar y promover el trato digno hacia todas las formas de vida.
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Es irónico que el estado de BCS y el municipio de La Paz, cuenten con todos los documentos legislativos para controlar y brindar protección a los animales y sin embargo, no se ejecute ninguno. Mientras el gobierno estatal y municipal, no consideren urgente el aplicar la Ley de Protección de los Animales Domésticos para BCS a través de los correspondientes reglamentos, la Ley seguirá siendo letra muerta en nuestro estado.
La llegada de una nueva administración al gobierno de BCS y al municipio de La Paz, representa un nuevo capítulo en esta historia, que renueva las esperanzas de una ciudadanía que clama por el control y protección animal y que exige soluciones inmediatas. A los nuevos servidores públicos les decimos que los ciudadanos organizados estamos listos para trabajar juntos en la solución a este problema.
Ponemos a su disposición nuestra experiencia en esta materia y reiteramos nuestro interés en participar activamente en proyectos de educación, concientización y prevención en un problema que no solo afecta a animales sino también a los ciudadanos, la salud pública, medio ambiente, economía, turismo y bienestar social en general.