La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- La doctora María Z. Flores López, investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, explicó que existe una interdependencia entre el agua y la energía. Sin embargo, advirtió que esta relación se ve amenazada por diversos factores, incluyendo el aumento proyectado en el consumo energético, así como por los desafíos ocasionados por la crisis climática.
En este sentido, detalló que tanto el agua como la energía están vinculadas especialmente en la región de Baja California Sur debido a la dependencia de aguas subterráneas. El agua se encuentra en acuíferos y se extrae a través de pozos que funcionan con bombas alimentadas por energía eléctrica.
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Por consiguiente, la doctora resaltó la importancia de considerar la eficiencia energética en la operación de estos pozos. "Es fundamental adoptar tecnologías más sostenibles desde el punto de vista energético, con el fin de contribuir al ahorro y a una gestión más eficiente de la energía".
Recordó que durante el paso del huracán Norma en la entidad, se evidenció que la falta de suministro eléctrico puede detener el suministro de agua, lo que ejemplifica la fuerte interconexión entre ambos recursos.
Además de los pozos, mencionó que el consumo energético requerido por las plantas de tratamiento de aguas residuales y las desalinizadoras es elevado. Por ello, es urgente invertir adecuadamente en personal capacitado, tecnología especializada y mantenimiento periódico. Las plantas de tratamiento podrían no funcionar al máximo de su capacidad o incluso dejar de operar, lo cual es un problema común en varios lugares de México.
Destacó que el aumento proyectado del 35% en el consumo energético mundial para 2035 supondrá un aumento del 15% en el uso del agua, presentando un desafío considerable para la gestión de ambos recursos.
Mencionó que la crisis climática añade una capa adicional de presión sobre esta interdependencia. Se espera que las olas de calor, las sequías y la escasez de agua afecten significativamente la producción hidroeléctrica en México. En 2023, se registró una disminución del 36% en la producción hidroeléctrica debido a condiciones climáticas extremas, lo que ejemplifica la vulnerabilidad de las centrales eléctricas ante el cambio climático.
Además, explicó que las altas olas de calor durante el verano ponen en mayor riesgo la interdependencia entre el agua y la tecnología, ya que la saturación de la demanda energética y los cortes de energía también afectan la extracción y distribución del agua. Apuntó que el desconocimiento generalizado de esta problemática entre autoridades, gestores y comunidades pone en riesgo la disponibilidad de estos recursos vitales.
De acuerdo a los informes del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), se indicó que la generación acumulada entre enero y junio de este año fue de 7,698 gigavatios-hora, en comparación con los 11,969 gigavatios-hora del mismo período en 2022.
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Por ello, la doctora María Z. Flores López instó a implementar acciones concretas, incluyendo la educación ciudadana y el fortalecimiento de la capacidad de adaptación. Dijo que ejemplos exitosos involucran la creación de fondos de reserva, adquisición de seguros y la formulación de políticas públicas orientadas a garantizar servicios de agua y electricidad tanto a corto como a largo plazo.
USO Y GESTIÓN DEL AGUA EN MÉXICO
En el contexto de esta interdependencia, el diputado Rubén Muñoz destacó que el 76% del agua en el país se destina a la producción de alimentos y bebidas, subrayando su importancia crucial en el sector agrícola. Sin embargo, señaló que alrededor del 35% de esa agua se pierde debido a la evaporación, especialmente a través de canales a cielo abierto y prácticas de riego ineficientes.
“Hoy en México se sigue desperdiciando porque el agua se canaliza de las prensas a los valles agrícolas en canales a cielo abierto por un simple fenómeno físico que es el de evaporación se pierde el 35% del agua.El resto se pierde en prácticas que seguimos usando en el campo mexicano :Agarrar el agua y regar las tierras y luego tirar las semillas”
Explicó que hasta el 50% del agua destinada al consumo urbano también se pierde en las redes de distribución, por lo que enfatizó en la urgencia de mejorar la eficiencia en este ámbito.“ Estas pérdidas son significativas, al igual que las estadísticas que indican que 21.6 millones de mexicanos carecen de acceso a agua potable, mientras que otros 28.9 millones no tienen acceso a una red de agua” puntualizó.
También resaltó que el 5% del agua producida en el ciclo hidrológico mexicano se emplea en la generación de energía hidroeléctrica por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), mostrando la relevancia crucial de este recurso en la producción de energía en el país.