Los Cabos, Baja California Sur.- El presidente Andrés Manuel López Obrador arribó al aeropuerto internacional de La Paz a las 11:05 a bordo de un vuelo de Calafia Airlines; fue recibido por el gobernador Carlos Mendoza, con quien se trasladó vía terrestre hasta Cabo San Lucas, en donde se dio el arranque del programa México Late, de mejoramiento urbano que beneficiará a 13 colonias de este destino turístico con una inversión superior a los 500 mdp.
ESTADIO LLENO
AMLO y CMD llegaron a las 12:40 a un estadio que desde temprana hora fue copado por miles de ciudadanos procedentes de todo el estado, destacando la presencia de taxistas y maestros con mantas con diversas demandas, entre otras respeto a la Ley de Transporte, contra las plataformas digitales y exigiendo plazas para profesores.
El evento parece un mitin; ésta es la primera gira de trabajo del presidente Andrés Manuel López Obrador a Baja California Sur y ante el intenso calor que llega a los 26 grados Protección Civil pone en marcha un operativo con más de 40 elementos y 4 ambulancias.
Empleados del Cibnor también hacen acto de presencia; a través de un representante exigen pago de prestaciones a 101 trabajadores. Sólo una parte del estadio alcanzó lonas para sombra, más de la mitad de los presentes aguanta bajo el sol.
Minutos antes del inicio, un grupo de ancianos de los favorecidos con programas federales que ocupan un espacio cercando al presídium coloca una manta en favor de Uber, “porque beneficia al pueblo con unidades de primera calidad”.
Entre la multitud aparece un solitaria cartulina con mensaje contra la alcaldesa Armida Castro. Otros portan camisetas con la leyenda AmLove Milena, y unos más chalecos que los identifican como Servidores de la Nación.
ABUCHEOS
Los primeros abucheos para CMD surgen a su llegada: ¡Fuera Mendoza!, grita grupo de transportistas; otros corean a favor del gobernador pero al final se impone la abrumadora mayoría de los seguidores de la 4T y sus organizaciones.
La protesta contra CMD sube de tono cuando toma el micrófono; es tanto que se ve obligado a llamar a la cordura, pero su exhorto no funciona. Junto a los inconformes se ubica el súper delegado Víctor Castro Cosío, quien luego de la rechifla trata de apaciguar los ánimos.
Llega el turno de López Obrador; sus primeros minutos al micrófono los dedica a defender su proyecto de nación y a criticar el pasado de pobreza y corrupción; gana aplausos y besos al aire; aunque no hubo un solo grupo antiminero en el evento, el tabasqueño arranca la algarabía del respetable cuando expresa que llegó el tiempo de las definiciones y dice No a la mina: más pero ahora de todos, no sólo del proyecto.
En su discurso atiende también las manifestaciones de taxistas contra la Ley de Movilidad pero no se va a fondo, se limita al llamar al diálogo. No defiende al gobernador como antes lo hizo en eventos similares de otras entidades; sólo hace un pequeño llamado a la conciliación: “Ya chole de estarnos peleando”, dice.
ADIÓS INVITADOS ESPECIALES
AMLO anuncia inversión de mil mdp en planta desalinizadora para Los Cabos y 600 en plan de mejoramiento urbano de Cabo San Lucas; no hay ni en el presídium ni en la primera fila empresarios ni políticos; a los enviados de los hoteleros –acostumbrados a las zonas VIP- los mandan a un corralito junto con los demás mortales, y para ellos un duro mensaje: No queremos contrastes ofensivos de hoteles de gran turismo y colonias sin nada; hay que cuidar el turismo pero tiene que haber justicia, dispara AMLO, ante la mirada atónita de los enviados empresariales.