La Paz, Baja California Sur (OEM - Informex).- Casa Cuna-Casa Hogar presenta un aumento de ingresos por situaciones como abuso sexual, maltrato y adicción, asi lo dio a conocer Luis Alberto Ceseña, Director General del Sistema Integral de la Familia DIF.

En los últimos cinco años, se observa una tendencia significativa en la atención a menores en Casa Cuna. En 2019, se registraron 12 menores de 0 a 1 año, 43 de 2 a 13 años y 7 de 14 a 18 años. En 2020, estas cifras disminuyeron a 7, 37 y 6, respectivamente. En 2021, se mantuvo la disminución con 10, 21 y 3 ingresos.

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El año 2022 mostró una disminución adicional, con 3 ingresos de 0 a 1 año, 32 de 2 a 13 años y 6 de 14 a 18 años. Sin embargo, en 2023, se observa un aumento, con 7 menores de 0 a 1 año, 45 de 2 a 13 años y 27 de 14 a 19 años, siendo las mujeres de 15 años las más recurrentes.

Estas cifras cobran mayor relevancia al analizar el contexto del semáforo delictivo, donde se observa un incremento preocupante en casos de violencia intrafamiliar, violación y narcomenudeo, siendo estos eventos causantes de ingresos no planificados. Un ejemplo contundente de esta tendencia es evidente al comparar los datos de septiembre de 2022 y 2023.

En septiembre de 2022, los casos de violencia intrafamiliar se contabilizaron en 22, mientras que en septiembre de 2023 se dispararon a 314. En cuanto a los delitos de violación, se registraron 32 casos en 2023, comparados con 23 en el año anterior. Asimismo, el narcomenudeo experimentó un aumento, pasando de 36 casos en septiembre de 2022 a 44 en septiembre de 2023.

Ante estas cifras Luis Alberto Ceseña señaló que los menores enfrentan situaciones complejas e incluso hay algunos de ellos que ingresan con problemas de adicciones es por ello que enfatizó que la misión primordial de estas instituciones es brindar protección temporal a menores que enfrentan situaciones de abandono, desamparo, maltrato o condiciones extraordinarias que ponen en riesgo su seguridad, salud, educación o moralidad.

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Respecto al tema de las recientes fugas de menores, agregó que la imposibilidad de mantener a los menores bajo vigilancia constante o completamente restringidos radica en el hecho de que, a pesar de contar con supervisión y cuidado, no es viable limitar la libertad de los jóvenes. Incluso mencionó que asisten a la escuela, lo cual, en ocasiones, presenta la posibilidad de que no regresen o regresen más tarde, destacando así la complejidad de equilibrar la necesidad de cuidado con el respeto por la autonomía de los adolescentes.

Sin embargo , dijo ,en muchos casos, los jóvenes ingresan debido a problemas con sus padres; pero , al estar en este entorno, perciben que la situación no es tan crítica como inicialmente pensaban y optan por regresar a sus hogares.

“Incluso hay casos específicos; por ejemplo, hay situaciones que varían, desde aquellos que han perdido a sus padres. Permíteme mencionarte uno: una adolescente denunció a su madre por maltrato, pero cuando está con nosotros, la joven dice que en realidad no era para tanto. Admite que la regañan mucho, pero argumenta que se va los viernes y regresa a casa los domingos. Estamos enfrentando una situación complicada con adolescentes” finalizó.