La Paz, Baja California Sur (OEM-Informex).- A diferencia de otros productos alimenticios cuyas ventas se han disminuido considerablemente derivado de la pandemia de Covid-19, los productores de miel del estado mantienen sus niveles de comercialización; se trata de una actividad que en los últimos 3 años ha estado resurgiendo, luego de una caída en la producción de hasta un 80 por ciento, en relación con los años dorados de finales de los años 80 y principios de los 90 cuando se producían hasta 35 toneladas al año, aunque con muy poco consumo, y prácticamemte solo para remedios caseros.
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Juana Agudo, productora local y una de las más reconocidas expertas en apicultura, informó que era tan grande la producción que algunos se quedaban con miel durante varios años; la falta de mercado hizo desaparecer a los grandes productores, entre otros, a la Unión de Ejidos Apícolas que tenía su sede en Las Casitas y que aglutinaba a decenas de socios; era tan barata la miel, que se llegaba a vender hasta en 15 pesos el litro.
En esa época había hasta 4 mil 500 colmenas en los municipios de Comondú, La Paz y Los Cabos; en la actualidad no llega a mil, y la mayoría se encuentra en la zona aledaña a Los Barriles y Las Cuevas.
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La caída en la producción derivó en un equilibrio en el mercado; en la actualidad el kilo se vende en 178 pesos, lo que equivale a 250 el litro, aunque los apicultores locales enfrentan ahora una competencia desleal de un empresario de Guadalajara que produce miel con base en colorantes y saborizantes artificiales, y a pesar de que se han interpuesto numerosas quejas y demandas, la autoridad no ha podido intervenir debido a que la compañía no niega que su producto esté basado en endulzantes. Otra competencia desleal es la miel procedente de China, en donde se alimenta a las abejas con jarabes.
HAY MIEL FALSA
El problema es que los revendedores la etiquetan y le ponen que es miel cuando en realidad se trata un producto que se hace en bodegas y en cantidades industriales, al que se le ha puesto el nombre de jarabe de miel, según denunció Juana Agudo.
100 TONELADAS DE EXPORTACION
Para los apicultores locales el único antecedente de ventas exitosas en grandes volúmenes fue en el año 2002, cuando se exportaron a Estados Unidos 100 toneladas, luego de que en el estado de Pensilvania se desplomó la producción; los 4 años siguientes la miel se agotó en la entidad y el precio aumentó al grado que de ser una actividad donde se perdía tiempo y dinero, se volvió rentable.
Juana Agudo explicó que es fácilmente identificable una miel sintética y una natural, sin embargo, los compradores se dan cuenta de que los engañaron hasta que llegan a sus casas y abren el producto, de tal manera que la única forma de saber si se trata de miel legítima es el precio; un frasco de miel auténtica se vende en 70 pesos mientras que la falsa se ofrece en 30; en Los Cabos una cubeta de 20 litros de miel real cuesta 3 mil 500 pesos, y 600 la sintética.
POCA VOCACIÓN APÍCOLA
Aunque la producción de miel es una opción de ingresos para una familia del campo, no existe entre los rancheros sudcalifornianos una vocación por esta actividad, la mayoría vive del ganado o de la agricultura y hay un gran temor a los piquetes de abejas, lo que dificulta la mano de obra y el nacimiento de nuevos apicultores.
DE GRAN AYUDA PARA COVID-19
Y la venta de miel no es el único negocio; actualmente hay una gran demanda de renta de colmenas para la polinización en la agricultura intensiva, además de que se pueden obtener otros productos como propóleo y jalea real, dos antibióticos naturales especiales para vías respiratorias, que además fortalecen el sistema inmunológico, y son de gran utilidad para estos tiempos de pandemia de Covid-19.
Una fortaleza más de la apicultura,es la reciente llegada de grupos y personas con vocación ambientalista que reconocen la importancia vital de las abejas para la humanidad debido a su función polinizadora; norteamericanos, canadienses, franceses e italianos asentados en el sur del estado, desde El Sargento y Todos Santos, hasta Los Cabos, están llevando colmenas a sus huertas y terrenos; no por el interés de hacer negocio con la miel sino con fines de conservación de la especie.
50 MIL PESOS, PARA INICIAR
Emprender un negocio de apicultura no requiere de grandes inversiones; basta con 50,000 pesos para un paquete de cinco colmenas y todos sus implementos incluyendo la maquinaria, y en dos o tres años el número de cajones se puede duplicar.
Una colmena puede dar dos cosechas por año; una en primavera y otra en el verano y, a diferencia de otras entidades, en donde son frecuentes plagas y enfermedades, en Baja California Sur solo el ácaro barroa constituye un riesgo, aunque es fácilmente controlable; este parásito se alimenta de las ninfas y hace que nazcan abejas sin patas, sin lengua o sin alas.
Una sola colmena puede llegar a dar hasta 40 kilos al año aunque depende de la temporada; el promedio nacional es de 23.
BCS, CON MIEL ORGANICA
Hasta hace algunos años se creía que la apicultura en Baja California Sur estaba condenada al fracaso por la falta de vegetación, sin embargo esto no sucedió: en el monte desértico hay hasta 11 especies de flores diferentes que garantizan el alimento para las abejas,además de que le otorgan a la miel un toque muy particular y totalmente orgánico, con sabores a Damiana, Brasil, San Miguelito y otras.
