(OEM-Informex).- Más de 1500 pescadores ribereños se alistan para la temporada de captura de tiburón que inicia el próximo 1 de agosto y termina hasta el 1 de mayo de 2020, con 150 permisos, de los cuales 100 son de permisionarios y 50 para cooperativas, que en promedio estarán sacando entre 2 y 3 toneladas cada mes por cada unidad productiva.
Se trata de la pesquería más antigua del estado, iniciada a finales de 1940 para dar respuesta a la demanda de aceite de hígado de Estados Unidos, que en esa época utilizaban este producto como fuente de vitaminas para sus soldados.
Por esos mismos años, se abriría el mercado de aleta para china y el de la carne seca para el mercado local y nacional, una tradición que perdura, sobre todo en los pueblos y las comunidades ribereñas, en donde se consume la carne de tiburón como machaca.
Gabriel Estrada Calderón, permisionario y heredero de una familia de gran tradición tiburonera en La Paz, iniciada desde hace más de 70 años, informó que en fechas recientes los grupos ambientalistas han satanizado esta pesquería con el argumento de que se sacrifica al animal sólo para usar su aleta, algo que no corresponde a la realidad, ya que se aprovecha de manera integral.
Zonas de explotación
Explicó que esta tradicional pesquería se explota en todos los litorales del estado, comenzando con Los Frailes en el municipio de Los Cabos; Punta Arena, El Sargento y Agua Amarga, en La Paz; San Carlos, Puerto Chale y López Mateos, en Comondú; San Nicolás, en Loreto; San Bruno y Santa María, en Mulegé, por la parte del Golfo, y comunidades de la Zona Pacífico Norte también de ese municipio.
Citó que la vigencia máxima de los permisos es de 4 años, y que las especies que se aprovechan son el maco, el martillo y el café, mientras que se prohíbe la captura del blanco, el peregrino y el tiburón ballena.
Reconoció que con el gobierno federal que encabeza el presidente, López Obrador, se han destrabado las emisiones de los permisos de la Semarnat que se requieren para la exportación de aletas a China, que en el sexenio anterior permanecieron bloqueadas por presiones de los grupos ambientalistas, aún y cuando los solicitantes cumplían con todos los requisitos que se les exigían, y finalmente celebró que se hayan retirado del estado los grupos ambientalistas que se oponían a esta tradicional pesquería.
Aunque el precio de la carne seca de tiburón ha sido históricamente de los más bajos, en diciembre del 2018 pasó de 150 pesos el kilo a 300 en tiendas departamentales, debido a que los meses anteriores la captura se desplomó, a causa de que la Semarnat negó los documentos denominados CITES, que se requieren para exportar aleta a China, lo anterior, derivado de la presiones de ONG ambientalistas, que pretenden se restrinja esta pesquería, y en su lugar se aproveche con fines turísticos, como avistamientos o nado con tiburones.
Hasta abril del presente año, los acopiadores de aleta de todo el país tenían en bodega más de 100 toneladas de aleta seca.
En la actualidad México ocupa el tercer lugar mundial en esta pesquería, aunque hay sitios donde está totalmente prohibida, como el caso del Parque Nacional de Cabo Pulmo, en donde las poblaciones de tiburón se han incrementado en un mil por ciento desde 1995 a la fecha, con 12 especies que según los estudiosos se mueven entre las Islas Revillagigedo, Los Cabos, Isla Cerralvo, y posiblemente hasta las Islas Galápagos.
La veda para la captura del tiburón en el Pacífico inicia el 1 de mayo y termina el 30 de julio, quien extraiga producto en este periodo es sancionado con una multa de hasta 70 mil pesos.
Una de las últimas especies de tiburón cuya pesca quedó prohibida de manera permanente en el año 2014 fue la del tiburón blanco, una especie longeva, pero de lento crecimiento, que tarda hasta 14 años en desarrollarse y alcanzar su edad adulta; tiene un bajo potencial reproductivo y se congrega en poblaciones muy pequeñas; debido a su vulnerabilidad, se prohibió su aprovechamiento; sus poblaciones se ubican en aguas de mar adentro, muy lejos de las costas, donde los pescadores tiburoneros aprovechan las especies que sí están permitidas. En tiburón blanco no se permite ninguna tasa por incidencia, de tal manera que si algún ejemplar cae en redes, debe ser liberado.
Según datos oficiales de la FAO de 1985 al año 2000 la producción de aletas en el mundo fue de 72 mil 781 toneladas y tan solo en el año 2000, al valor de este producto fue de más de 116.2 millones de dólares. Hay entre 30 y 45 tipos de aleta y los precios varían desde 4.25 dólares hasta los 744 el kilo.