Para acabar con el bullying, el autoritarismo, la discriminación, la violencia y el acoso, el senador de Morena, Martí Batres, presentó reformas a diversos artículos de la Ley General de Educación, para que en cada escuela de educación básica exista un trabajador social, que promueva la cultura de la legalidad, los derechos humanos y la inclusión.
“El trabajador social en cada escuela será responsable de la atención de individuos o grupos que presenten o estén en riesgo de presentar, problemas de índole social, académico o situaciones de acoso escolar, para potenciar el desarrollo de las capacidades y facultades de las personas, para afrontar futuros problemas e integrarse satisfactoriamente en la vida académica”, señala el documento publicado en la Gaceta Parlamentaria.
“Cada escuela de nivel básico y medio superior, deberá contar con al menos un trabajador social, con título de licenciatura. Será un profesionista con formación teórica interdisciplinaria de carácter humanista, con profundo respeto por la dignidad de todas las personas; deberá contar con capacidad para contribuir al bienestar social del estudiante, su familia y comunidad, favoreciendo su desarrollo sociocultural, económico y humanístico”, apunta la iniciativa presentada por Batres.
Además la práctica de la democracia como una forma de gobierno y convivencia que permite participar a todas las personas por igual en la toma de decisiones que afectan y benefician a la sociedad. En suma, mediante la incidencia colectiva que tenga el trabajo social en las escuelas, el sistema educativo podrá reconceptualizar a los sujetos-estudiantes, para dejar de considerarlos como “seres en formación”, y asumirlos como sujetos activos.