Ana Margarita Ríos-Farjat será la nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en sustitución de Eduardo Medina Mora, quien renunció a su cargo el pasado 3 de octubre. Ríos dejará la titularidad del Servicio de Administración Tributaria (SAT) para recibir su toga a principios de enero. Y con ello el Pleno de la Corte tendrá tres fiscalistas.
El Senado logró construir la mayoría calificada para hacer este nombramiento sin aspavientos. De 122 senadores presentes, uno votó para Diana Alavarez Maury; 25 votaron por la académica Ana Laura Magaloni y 94, por Ríos-Farjat. El PAN, sin embargo, fue incisivo al acusar que hay conflicto de interés, y por lo tanto no garantizan la autonomía del Poder Judicial. Fueron seis senadores que no emitieron voto: Raúl Paz Alonso (PAN), Ismael García Cabeza de Vaca (PAN), Raúl Bolaños Cacho Cue (PVEM), María Antonia Cárdenas Mariscal (Morena), Gloria Elizabeth Núñez Sánchez (PAN), Indira Kempis (MC). Y durante la revisión se encontraron dos sobres vacíos con dos objetos: un barquito de papel y un avión.
En su mensaje al Pleno, Ríos-Farjat destacó que si algo debe cuidar el Estado mexicano son sus instituciones, hacer todo lo que sea necesario para que éstas sean fuertes, México necesita crecer económicamente y para ello requiere que sus instituciones sean sólidas, profesionales e incorruptibles, no sólo porque ello genera confianza, sino porque además son las responsables de garantizar un ambiente de seguridad jurídica en el todo y para todos. “La Corte es la mayor responsable de garantizar el orden jurídico, que no es tarea fácil porque existen grandes intereses económicos, intereses delincuenciales, oscuros y sin ley, políticos e ideológicos; es inocente pensar que son claramente identificables, al contrario, se entremezclan y se camuflajean, y esto es algo que he vivido al frente de una institución sólida y profesional como lo es el Servicio de Administración Tributaria’’, expuso.
Dijo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como cabeza del Poder Judicial, mucho puede aportar a mantener la coherencia del sistema jurídico mexicano.
“Existen grandes carencias y también hay devaneos a la hora de ser firmes en la impartición de justicia. Hay desarticulaciones procesales muy graves, y esto va generando incoherencias jurídicas, lagunas, espacios para la injusticia en la corrupción, son los estados, municipios, comunidades, ejidos, pueblos, los que conocen sus problemáticas y no podría asumir a priori que su visión sea mantenerse impávido al respecto’’. Durante el debate, el panista Damián Zepeda, aclaró que estaba en contra de la terna no por ser mujeres, por el contrario el presidente cumplió con la ley de paridad. Su objeción, abundó, es porque dos de ellas son subordinadas del Ejecutivo federal, lo que representa un conflicto de interés.