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El presupuesto destinado a la conservación de las 182 Áreas Naturales Protegidas (ANP) que hay en México disminuye año con año. De acuerdo con un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el presupuesto destinado a estas zonas ha tenido reducciones en los últimos siete años, de suerte que el gasto aprobado para 2022 es 59 por ciento inferior al ejercido en 2016.
Las ANP son lugares que preservan los ecosistemas y los ambientes naturales representativos de distintas regiones biogeográficas y ecológicas y que no han sido significativamente alterados por la actividad del ser humano. En México representan una sexta parte del territorio nacional.
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Estas áreas, además de proteger la flora y fauna, y los ecosistemas representativos de las regiones, brindan una variedad de servicios ambientales que son relevantes para el desarrollo sostenible.
“Uno de los principales problemas que obstaculizan la adecuada gestión de las ANP son los limitados recursos públicos que se destinan al cuidado del ambiente. Dicha insuficiencia de recursos… deriva en una falta de personal, programas efectivos de vigilancia y una pérdida de atributos de las ANP, lo que genera menores servicios ecosistémicos y menores recursos en perjuicio del desarrollo sostenible”, indica el CIEP.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), responsable de administrar las 182 ANP, ha enfrentado recortes presupuestales desde 2016, siendo los más drásticos los aplicados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en 2019 y 2020.
En lo que respecta a los programas de protección de especies y ecosistemas, entre 2016 y 2018 la Conanp llegó a manejar un promedio anual de 693 millones de pesos, monto tres veces mayor al que la institución manejó anualmente entre 2014 y 2015 (de 169 mdp en promedio).
En 2019, primer año de la Cuatroté, los dos programas que había se fusionaron en uno solo llamado Programa para la Protección y Restauración de Ecosistemas y Especies Prioritarias. “Los recursos tuvieron una caída significativa en ese año, pues fueron 72 por ciento inferiores con respecto a los recursos de 2018 y no tuvieron modificaciones considerables hasta el presupuesto aprobado en 2022, por 322 millones de pesos”, indica el CIEP.
El estudio añade que el recorte ocurre cuando las ANP “se encuentran amenazadas por fenómenos como el tráfico de especies, la tala ilegal, especies invasoras, crecimiento inmobiliario, turismo de alto impacto y malas prácticas turísticas”.
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